Hace unos 14 o 15 años, sembramos en el jardín una pequeña jacaranda, con los años se ha ido convirtiendo en un árbol muy grande, más alto que la casa. Mis queridos "hijos-monos" crecieron con la jacaranda, y parece que ella ha ido haciendo sus ramas más fuertes al mismo tiempo que los niños han ido creciendo.
La noche del martes, Sebastián estaba en una de las ramas altas del árbol cuando ésta se rompió, dejándolo caer unos tres metros, de cara sobre unas piedras que hay abajo del árbol. Resultado: espasmo en el cuello, fractura (mínima) de la órbita del ojo, maxilar superior fisurado, y 6 dientes permanentes rotos, además de moretones y raspones menores en el resto del cuerpo.
Lo vimos caer, lo movimos con cuidado pues no sabíamos la gravedad de los golpes y nos fuimos directo al hospital. Lo examinó Carlitos, nuestro amigo-vecino-odontólogo, que llegó inmediatamente, además de un neurólogo-pediatra. Respiramos tranquilos al saber que el susto no pasó de los golpes y mallugaduras externos, lo más grave fue el asunto del maxilar que hubo que operar para retirar las esquirlas de hueso, y por supuesto los dientes que perdió, todos permanentes... asunto fácil de solucionar hoy en día que hay maneras muy modernas y efectivas de reemplazar los dientes para que se vean naturales.
¿Pero a qué viene el título? Pues que justamente esa noche nos encontramos en la emergencia del hospital, con unos amigos, que no veíamos hace tiempo, con su hija de 4 años, que esa tarde se tropezó y cayó al suelo unos 50 o 60 centímetros y estaba muy mal con una hemorragia cerebral que ya la había hecho convulsionar varias veces....
Verlos allí tan preocupados por su hija, ellos asombrados sin poder entender cómo un golpe tan insignificante la tenía en ese estado tan cerca de la muerte, y por otro lado nosotros asombrados de que luego de tremenda caída nuestro hijo no tuviera nada grave.
¿Porqué en un accidente un chico pierde la vida y el otro se salva? ¿Porqué unos padres pierden a dos hijas en menos de tres años a causa del cáncer? ¿Porqué un hombre joven, recién casado, es asesinado dejando una niña de 1 año sin padre? ¿Porqué mi hijo sufre una caída terrible y vive para contarlo y la otra niña recibe un golpe insignificante y está grave en el intensivo?
La única explicación que encontramos fue LA VOLUNTAD DE DIOS. La vida no nos pertenece, no tenemos ningún poder sobre ella, aunque a veces pensemos que los avances de la ciencia nos dan la capacidad de manejarla a nuestro antojo.
La vida la da Dios, y nos mantiene en ella porque le da la gana, y mientras le da la gana. Y cuando alguien se va, o cuando alguien a pesar de las circunstancias se queda, no nos preguntemos ¿PORQUÉ? sino ¿PARA QUÉ? Dios en su infinita bondad, tiene un plan maravilloso para cada uno, y aunque a veces no entendemos PORQUÉ, si nos ponemos en Sus manos y nos dejamos, encontraremos el PARA QUÉ, y si además sabemos aprovechar ese PARA QUE, tendremos una recompensa infinita...
La noche del martes, Sebastián estaba en una de las ramas altas del árbol cuando ésta se rompió, dejándolo caer unos tres metros, de cara sobre unas piedras que hay abajo del árbol. Resultado: espasmo en el cuello, fractura (mínima) de la órbita del ojo, maxilar superior fisurado, y 6 dientes permanentes rotos, además de moretones y raspones menores en el resto del cuerpo.
Lo vimos caer, lo movimos con cuidado pues no sabíamos la gravedad de los golpes y nos fuimos directo al hospital. Lo examinó Carlitos, nuestro amigo-vecino-odontólogo, que llegó inmediatamente, además de un neurólogo-pediatra. Respiramos tranquilos al saber que el susto no pasó de los golpes y mallugaduras externos, lo más grave fue el asunto del maxilar que hubo que operar para retirar las esquirlas de hueso, y por supuesto los dientes que perdió, todos permanentes... asunto fácil de solucionar hoy en día que hay maneras muy modernas y efectivas de reemplazar los dientes para que se vean naturales.
¿Pero a qué viene el título? Pues que justamente esa noche nos encontramos en la emergencia del hospital, con unos amigos, que no veíamos hace tiempo, con su hija de 4 años, que esa tarde se tropezó y cayó al suelo unos 50 o 60 centímetros y estaba muy mal con una hemorragia cerebral que ya la había hecho convulsionar varias veces....
Verlos allí tan preocupados por su hija, ellos asombrados sin poder entender cómo un golpe tan insignificante la tenía en ese estado tan cerca de la muerte, y por otro lado nosotros asombrados de que luego de tremenda caída nuestro hijo no tuviera nada grave.
¿Porqué en un accidente un chico pierde la vida y el otro se salva? ¿Porqué unos padres pierden a dos hijas en menos de tres años a causa del cáncer? ¿Porqué un hombre joven, recién casado, es asesinado dejando una niña de 1 año sin padre? ¿Porqué mi hijo sufre una caída terrible y vive para contarlo y la otra niña recibe un golpe insignificante y está grave en el intensivo?
La única explicación que encontramos fue LA VOLUNTAD DE DIOS. La vida no nos pertenece, no tenemos ningún poder sobre ella, aunque a veces pensemos que los avances de la ciencia nos dan la capacidad de manejarla a nuestro antojo.
La vida la da Dios, y nos mantiene en ella porque le da la gana, y mientras le da la gana. Y cuando alguien se va, o cuando alguien a pesar de las circunstancias se queda, no nos preguntemos ¿PORQUÉ? sino ¿PARA QUÉ? Dios en su infinita bondad, tiene un plan maravilloso para cada uno, y aunque a veces no entendemos PORQUÉ, si nos ponemos en Sus manos y nos dejamos, encontraremos el PARA QUÉ, y si además sabemos aprovechar ese PARA QUE, tendremos una recompensa infinita...
