Ninguna aventura que valga la pena se logra sin esfuerzo. Cuando al fin encontramos "nuestra aventura", y nos decidimos a lograrla, a veces, es necesario como Alejandro Magno y Hernán Cortés, QUEMAR LOS BARCOS, para no tener la tentación de huir, de escapar, de abandonar la lucha.... que será, sin duda difícil, pero la recompensa VALE LA PENA.
En Guatemala, desde hace unos años se nos ha venido "pegando" el rollo laico, al punto de que ahora la Semana Santa se ha convertido en "Vacaciones de Verano" (¿?)
No voy a negar que es una buena oportunidad para compartir con la familia y aprovechar el calorcito para ir al mar o al lago, pero no podemos olvidar la razón por la que tenemos estos días libres: para acompañar a Jesús en la Cena de Pascua, tratar de velar un ratito con El en el Monte de los Olivos, acompañar a Su Madre, luego Nuestra, al pie de la Cruz, ir con las mujeres y con los otros discípulos a dejar el Cuerpo del Señor a la sepultura y finalmente celebrar La Resurrección.
Este año, no nos fuimos a ningún lado, nos quedamos en casa. Aprovechamos para ir con los niños a visitar Sagrarios el Jueves Santo por la noche, luego el Viernes Santo nos recibieron en su casa los papás de unos queridos amigos para ayudarles a hacer alfombras y luego ver pasar la Procesión del Señor Sepultado de la Basílica de Santo Domingo. Finalmente el Sábado participamos de la Celebración de la Vigilia Pascual.
Todas estas unas experiencias muy lindas que nos ayudaron a vivir mejor estos días de recogimiento.
Les pongo acá tres presentaciones de fotos de la hecha de alfombras y procesiones de Guatemala. No son ni la alfombra ni la procesión que les menciono arriba, prometo tomar mis propias fotos el año que viene.
Este video me hace pensar que, además de que a veces los medicamentos no lo hacen todo, a veces los padres tenemos que darles a los hijos el beneficio de la duda, y oirlos primero, regañar después.