jueves, 25 de junio de 2009

RESCATE!!!

Esto es un comentario que apareció en un blog vecino, es un médico a quien una amiga ha llegado a pedir consejo. Imito a don Enrique, y lo copio tal cual....

Primera parte

Esta mañana he estado hablando con una persona que me ha llamado asustada. Le han dicho los médicos que, por su edad, tiene un riesgo mayor de que el niño que está esperando tenga síndrome de Down. Me dice que en el hospital la han coaccionado para hacerse la amniocentesis. Ella ha dicho que, antes de firmar nada, quería enterarse bien (porque allí no le han explicado nada; sólo que como está de 15 semanas tiene que hacérsela pronto, antes de las 20 para poder abortar legalmente). Es una persona sencilla, sin cultura, a la que han asustado porque tiene 40 años. Yo soy médico de familia en ejercicio. Hemos hablado más de una hora. Le he explicado que la amniocentesis es una prueba diagnóstica con riesgo alto de provocar daño al niño, y que para qué se la va a hacer, si no piensa matar a su hijo aunque esté enfermo. Me ha preguntado cómo es el niño con 20 semanas y se lo he contado. Me ha preguntado cómo hacen el aborto y también se lo he contado.

Se lo está pensando...

Segunda parte

Esta mañana he visto seis llamadas perdidas de la persona a la que coaccionaban para hacerse la amniocentesis. La llamo y me dice llorando que está en el hospital porque tenía nueva cita con el gine y que le han echado la bronca por no ir a la cita de la amnio y que quieren que firme otra cosa para hacerle otra prueba que no entiende que es.

Le digo que me espere que voy. Llego al hospital y la encuentro escondida. Me dice que es porque cuando salen a llamar y le ven le vuelven a regañar y le instan para que firme. Veo que lo que tiene que firmar es que se le ha aconsejado hacerse la amniocentesis y que no se la hace porque ella no quiere y también que le van a hacer una ecografía especial para ver malformaciones posibles pero que no es tan precisa como la amniocentesis y que si luego el niño tiene algo que no se ha visto que no proteste. ALUCINANTE!

Me identifico como médico y me explayo... les digo que no explican las pruebas, que no explican el consentimiento informado, que les coaccionan a firmar algo que no entienden, que no se hace la amniocentesis porque no quiere arriesgarse a hacer daño al bebé, que además no va a matar al niño salga lo que salga por tanto no tiene razón de ser hacérsela y que la ecografía se la hace pero la amniocentesis no.

A mí no se atreven a decirme nada pero la tumban en la camilla y le vuelve a decir CUATRO veces que por qué no se la hace, (yo oyendo todo porque solo nos separaba una cortinilla) y le preguntan "¿pero es que no interrumpirías el embarazo si el niño tuviese síndrome de Down?" y mi amiga: PUES NO! "Ah! bueno entonces es verdad que no tiene sentido que te la hagas, ya no te insisto mas pero que sepas que aunque la ecografía ha salido RIGUROSAMENTE NORMAL, por tu edad tienes mas posibilidades..."

A mí, ni me miran, ni me tratan como a un "colega de profesión", PENOSO!!!!

Ellos mismos se descalifican... humilla el que puede no el que quiere...A la salida me dice mi amiga que con tanta insistencia y sin entender nada si no llego a estar yo le convencen.

Está visto que tenemos que ir rescatando a los niños uno por uno. PUES LO HAREMOS!

23 de junio de 2009

viernes, 19 de junio de 2009

CAMPAÑA POR LA "IGUALDAD"

Hoy salió en Guatemala una campaña en favor de promover la "IGUALDAD" y el orgullo Gay. La campaña, lo que he visto de ella, incluye las colas de los buses urbanos con fotos gigantes de parejas jóvenes homosexuales.

Respeto a todas las personas, todos somos hijos de Dios, pero no podemos permitir que nos engañen. No podemos ser "iguales".

Físicamente somos diferentes, psicológicamente somos diferentes. Somos hombres, o somos mujeres, pero no podemos ser alguna mezcla intermedia.

La estructura de nuestro mundo, la familia, necesita, como las grandes estructuras, unos buenos tornillos sujetados por tuercas. No me inmagino la Torre Eiffel, rígidamente en su sitio por tantos años, sujetada sólo por tornillos, o solo por tuercas!!

Más información sobre formas de ayudar a personas que tienen problemas con su identidad sexual: http://www.esposiblelaesperanza.com/

miércoles, 3 de junio de 2009

AMISTAD, AUTORIDAD Y OBEDIENCIA


Por: Alfonso Aguiló

La amistad entre padres e hijos se puede conjugar perfectamente con la autoridad que requiere la educación.


Es preciso crear un clima de gran confianza y de libertad, aun a riesgo de que alguna vez seamos engañados. Más vale que luego ellos mismos se avergüencen de haber abusado de esa confianza y se corrijan.


En cambio, cuando falta un mínimo de libertad, la familia se puede convertir en una auténtica escuela de la simulación.


—Pero a los adolescentes les cuesta mucho obedecer, les parece humillante...


Tienen que entender que, nos guste o no, todos obedecemos. En cualquier colectivo, las relaciones humanas implican vínculos y dependencias, y eso es inevitable. No pueden engañarse con ensueños de rebeldía infantil.


Pero, de todas formas, piensa si quizá les cuesta mucho obedecer porque tú no sabes mandar sin imperar. No olvides que hay muchos detalles que hacen más fácil y grata la obediencia:



  • Exígete en los mismos puntos en que aconsejas, mandas o corriges. Es muy duro, si no, escucharte luego que tienen que ser humildes, pacientes y ordenados, si tú no vas por delante con el ejemplo.

  • Manda con afán de servir, sin dar la sensación de que lo haces por comodidad personal. Que vean que te molestas tú primero. Muchas veces así ellos entenderán, sin necesidad de que nadie se lo diga, que deben hacer lo mismo.

  • No exhibas demasiado la autoridad. No des lugar al temor o a la prevención.

  • Procura saber lo que hiere a cada uno, para evitarlo delicadamente si es preciso. Sé comprensivo y sé muy humano. Aprende a disculpar. No te escandalices tontamente, pues supone casi siempre falta de conocimiento propio.

  • Habla con llaneza y sin apasionamiento, sin exagerar, procurando ser objetivo. Aprende a discernir lo normal de lo preocupante o grave.

  • Habla con claridad, a la cara. No seas blando, pero tampoco cortante.

  • Sé positivo al juzgar y pon en primer término las buenas cualidades, antes de ver los defectos, y sin exagerarlos.

  • No quieras fiscalizarlo todo. No quieras uniformarlo todo. Ama la diversidad en la familia. Inculca amor a la libertad, y ama el pluralismo como un bien.

  • Respeta la intimidad de tus hijos, sus cosas, su armario, su mesa de estudio, su correspondencia. Y enséñales a respetar a los demás y su intimidad.

  • No dejes que se prolonguen demasiado las situaciones de excesiva exigencia. Para ello, debes estar atento a la salud y al descanso para que nadie llegue al agotamiento psíquico o físico. Debes extremar los cuidados a los más necesitados (no todos los hijos son iguales), para evitar que tomen cuerpo las crisis de crecimiento o de madurez.