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jueves, 30 de septiembre de 2010

¿PORNOGRAFIA Y SEXO, O PUREZA?

No es el tipico video de un "puritano de sexo". Este es un excelente video, testimonio de una pareja de novios que realmente invita a pensar y le da un completo nuevo enfoque a la palabra "castidad".
Super recomendable para jóvenes y adolescentes, y definitivamente un video obligado para padres y educadores.




Y acá les dejo un link de una página en donde se puede encontrar un programa de VERDADERA salud sexual y reproductiva, y no lo que intentan imponernos algunos.

lunes, 27 de septiembre de 2010

CASADA Y CON HIJOS

www.almudi.org
viernes, 24 de septiembre de 2010
Antonio Orozco Delclós


Dejo al lector el juicio sobre este raro espécimen llamado Lourdes.
Conversación con una madre de familia
Hay un país en la tierra que tiene un índice de natalidad del 1,3 y en algunas regiones suyas es aún más bajo. Significa esto que carece del relevo generacional necesario para garantizar Almudi.org - Familiaun futuro humano mínimamente satisfactorio. Lo previsible produce ciertos escalofríos. Ese país es España, a la cola de Europa. Y Europa, a la cola del mundo.
¿Cómo empezó la cosa? Indro Montanelli dice en su Historia de Roma, que la caída del Imperio comenzó con la corrupción de sus clases altas. El pescado —ilustra con un dicho italiano— siempre comienza a oler mal por la cabeza. A los romanos altos, les comenzaron a resultar incómodos los hijos y llegó el tiempo en que escasearon los hombres para el trabajo y para la guerra al extremo que la invasión bárbara fue poco menos que coser y cantar.
En un país como España, encontrarse con una mujer de 31 años con seis hijos, uno todavía en camino de ver la luz y el mayor de sólo 8 años, es como toparse con un espécimen extraterrestre. Es el caso que me ha acontecido con Lourdes Rivero, casada con Javier, de 36 años, militar, capitán ingeniero de construcción.
Sé que Lourdes no una excepción propiamente dicha, pero los índices están ahí. Dejaré al lector que juzgue por sí mismo sobre la rareza de esta señora y maestra.
Si me permite usted la pregunta, ¿a dónde van ustedes —usted y su marido—, con tantos hijos por esos mundos de Dios? ¿No se han enterado de que la paternidad ha de ser responsable?
Vamos a un sitio muy concreto. Me casé con Javier a los 22 años, al terminar los estudios de Magisterio, después de cinco años y un día de noviazgo. Entonces yo quería esperar un par de añitos a tener mi primer hijo, para disfrutar de una nueva vida, nuevas libertades, salir, entrar, viajar...
Pero no fue así: me casé un día de los Inocentes y Javi nació a los diez meses. Papá me decía:«cuando tengas tus propios hijos te darás cuenta de lo que te hemos querido tus padres». Tenía razón: cuando me pusieron a mi niño en mis brazos, sentí dentro algo que sólo una madre puede sentir: no hay palabras para expresarlo. Es una mezcla de ternura infinita, un amor que te quema las entrañas, tanto, tanto, tanto, que sólo puedes decir: ¡Gracias, Señor, por esto que no tiene nombre! ¡Gracias, Señor, por lo que me han querido mis padres! ¡Ahora lo comprendo!...
Pero he aquí que, de repente, me viene al corazón un sentimiento, una voz que me dice: «Yo te quiero muchísimo más que eso! Yo, Dios, te quiero con fortaleza de padre y ternura de madre!»Desde ese día cambió todo, todo. Empecé a entender qué significa de verdad "filiación divina", ser hijo de Dios. Y al comprender, más bien intuir el amor paternal de Dios, todo en mi vida lo veo bajo la luz del cariño de Dios: las alegrías, las penas, las cosas que no comprendo. Todo tiene sentido. Todo tiene un color diferente. Cualquier anécdota o suceso que tengo con mis hijos, me sirve de referencia para interpretar mi relación con Dios.
O sea, que, como Dios es un Padre tan bueno, todo maravilloso, ¿no?
Pues, no exactamente. Cuando Javi tenía un año, tuvo una gastroenteritis angustiosa: vomitaba y tenía mucha diarrea y muchísima sed. Yo sólo le podía dar una cucharadita de suero cada diez minutos. Era angustioso verle sufrir. Para él, lo único bueno era beber. Tenía mucha sed. Era "lícito""justo" beber agua... y yo no se la podía dar. Hubiera sido peor, porque si tomaba más, vomitaba de nuevo y era retroceder. ¡Cuántas veces he pedido y "exigido" a Dios cosas que me han parecido justas y razonables y no me las ha dado!
Por aquel entonces me quedé en estado de Luli. A mi marido y a mí nos hacía mucha ilusión. A los cuatro meses de embarazo me diagnosticaron toxoplasmosis. Por lo visto, es una infección sin importancia, pero conlleva un peligro: que si se contrae en los tres primeros meses de embarazo o en los tres últimos, puede afectar gravemente al bebé. Así que me advirtieron que tenía la infección y que además era muy alta; y que, siendo así, lo más probable es que la niña tuviera un 96 por ciento de posibilidades de ceguera o de malformaciones de corazón; y si no, costras calcáreas en el cráneo...
Un grave problema de responsabilidad, ¿no?
Tremendo. Mi primera reacción fue: llorar. Después, me planteé: ¿Qué quiero para mis hijos? Que vayan al Cielo. Siempre digo: ¡sano y santo! Si falta lo primero, lo segundo estará garantizado. Así Dios arrancó de mí un fiat! y me devolvió la paz, no sin preocupación, pero sabiéndome en sus manos.
¿Qué pasó con la niña?
Mire, está ahí, en la foto. Nació y ¡gracias a Dios!, perfectamente sana. Pero Dios me dejó un recuerdo... Todo el mundo, al verla —y aún más ahora—, me dicen: ¡qué ojos tan bonitos tiene esta niña, ¡llaman la atención! Y es verdad, Luli tiene unos ojos grandes, negros, profundos, limpios... Segunda lección: "Dios no se deja ganar en generosidad". Me arrancó el  que tanto me costaba dar y luego me premió con creces.
¿Cómo sigue la historia? ¿Ganó usted en sensatez o en insensatez?
Pasaron 21 meses y Dios nos regaló otra niña: Elenita, gordita, alegre, simpática, dulce. Siempre con su sonrisa picarona... Comprendo perfectamente lo que dice André Frossard: «Dios sabe contar sólo hasta uno». Cada hijo es único. Se le quiere como es y se le quiere todo.
Y la gente, ¿qué le decía esta vez?
Comenzó a sentirse con derecho a reñirme, porque ya estaba saliéndome del "canon preestablecido" (la parejita). Una señora por la calle, al verme con los tres pequeños me advirtió sobre "lo mal que están los tiempos". Le dije: «A mí me da igual. Sólo sé que cada hijo es un beso de Dios y ya van tres besazos, señora...»
A los veinte meses nació María. Se llama así, a secas y celebramos su santo el día de Santa María, Madre de Dios, porque el día que me enteré de que estaba embarazada era el día de la Anunciación. Entonces viví un embarazo muy cerca de la Virgen María, pensando que Ella sentiría lo mismo que yo: sueño, cansancio, molestias..., cómo hablaría con el Niño Jesús, cómo haría sus pañales, cómo prepararía sus sábanas...
Tanto lo imaginé que cuando llegó el día de ir al hospital para que naciera María, Javier me reñía:«¿pero a dónde crees que vas? ¡Vas a un parto!». Me lo decía porque mi maleta la llené con disfraces, alas doradas y cosas así, porque tenía la ilusión de hacer la fotografía de un belén viviente. Mire, aquí está: Javier es San José; Luli, la Virgen María; Elena, un ángel; y María, el Niño Jesús. Nació el 18 de diciembre y tras el esfuerzo de Javier (padre) pudimos mandar a todos una tarjeta de Navidad con este motivo.
Alguna gente ya se puso más rabiosa contra mí. Un día, en el parque, una señora me preguntó lo de si yo sabía sobre la paternidad responsable. Yo no me considero nada, pero sí creo que lucho por ser coherente —que no es fácil— y responsable: intuyo la gran importancia de lo que Dios me da prestado.
Sé que hay que tener los pies en el suelo, y sé que a la vez hay que confiar mucho en Dios. Si El lo manda, El sabe más. Y desde luego sé que si me lo manda es porque me dará fuerzas para sacarlo adelante con alegría y salero, aunque implique esfuerzo.
A la señora del parque me gustaría pedirle perdón, porque mi respuesta no fue muy correcta. Me salió del alma un «¿se cree que soy imbécil?», con un tono un poco elevado. Pero me gustaría también hacerle reflexionar sobre si no ha confundido en su corazón el concepto de "paternidad responsable" con el de "comodidad irresponsable". Creo —y no quiero juzgar a nadie— que de esto mucha gente sabe mucho.
Quizá los índices de natalidad tengan alguna significación, en este sentido. Pero, no estamos aquí para juzgar a nadie. ¿Usted tiene una idea concreta del número ideal de hijos para un matrimonio normal?
No es cuestión de un número. Es hacer en cada momento la Voluntad de Dios, aceptarla, amarla, ponerla en práctica, la que sea. Sean uno, o tres, o quince, o ninguno. Se trata de saberse querido y guiado por Nuestro Padre y olvidarnos de lo demás.
Javier terminó unos estudios y le iban a destinar. Creímos oportuno pensar que sería bueno que la llegada de un nuevo bebé se distanciase hasta que estuviéramos instalados en "algún lugar". Pero Dios decidió otra cosa mejor. Comenté con Javier: «El hombre propone y Dios dispone. Cuanto más inoportuno y más inesperado, más de Dios será».
Una amiga mía a la que quiero mucho, me decía: «¿Pero tú estás colgada?». Yo le dije: «Imagínate que eres hija de un gran rey, riquísimo; y que supieras que cada hijo tuyo fuera a ser heredero de la totalidad de ese reino, sin importar el número de hijos que tuvieras. La herencia sería la misma para todos. ¿Tú pondrías trabas a tener esos reyes en potencia? Cada hijo que tengo es hijo de Dios, heredero del Cielo, heredero de aquello que "ni ojo vio, ni oído oyó". ¿Quién soy yo para decidir quién va o no va? No puedo ser tan mezquina. Algo de lo que yo anhelo disfrutar, ¿cómo se lo voy a negar a alguien que, encima, voy a querer con todo mi corazón?»
El problema del traslado y de la vivienda se solucionó mucho mejor de lo que esperábamos. Una vez más, lección: lección número mil. Desde el "después" es desde donde se entiende el "antes". Dios sabe más. Ya estamos instalados en una casa grande, con sitio para todos, todos juntitos, con la vida más organizada, etcétera. Con cinco niños ya he cumplido, ¿no? La ingrata de mí se iba dando mil razones para decir basta, es decir, no, a la pregunta que Dios había sembrado dentro de mí y de Javier: «¿y por qué no otro?». ¡Pobre Dios! Ya me creía algo y seguía siendo la misma rácana del principio. Pero El, con su infinita paciencia y bondad me hacía pensar: «Quiero ése».
Pero usted ¿cómo oye a Dios?
Como tanta gente que le oye: no con los oídos. El sabe decir las cosas; sólo hay que querer escucharle y pedírselo. Y aunque nos costaba, volvió a arrancar nuestro fiat!. Digo "nuestro"porque Javier y yo hemos hablado siempre de todo y compartido estos sentimientos.
Así que el nuevo bebé que está con nosotros es —igual que todos— hijo de Dios. Pero me parece que "éste" es especialmente querido por Dios: éste y no otro posible es el que quiere Dios. Así que no me equivoco si añado que este hijo no es sólo un besazo de Dios, sino —cómo decirlo— mucho más. Y esto me llena de gozo.
Lourdes se disculpa por —según dice— el "rollo que me está colocando". Pero no sé si hemos llegado aún al fondo de su concepto de "responsabilidad", y le pido que profundice un poco más en el asunto.
¿No le parece frustrante, después de hacer una carrera con tanto esfuerzo, de tener peticiones de centros de enseñanza para trabajar fuera de casa en su profesión, encerrarse con cinco o seis niños en casa?
Esto mismo me decía una amiga que estudia periodismo. La comprendí perfectamente, aunque no comparto del todo su opinión. También hablábamos de lo horriblemente difícil que está la vida para los matrimonios jóvenes. El problema de la casa es real. En muchas ocasiones son necesarios dos sueldos y uno se va en el alquiler del piso o pago de hipotecas...
Todo esto es verdad y es una injusticia tremenda porque coarta la libertad de las personas. Es un problema político que habría que solucionar, con ayudas concretas. Pero también es cierto que hay un clima de desprestigio del trabajo de una madre de familia en su casa. Nos llaman "marujas".
A mí me encanta mi carrera de Magisterio, que es vocacional al cien por cien. Disfruto dando clase y me encanta la idea de formar personas. No descarto la idea de trabajar en ello el día de mañana y procuro reciclarme, estar al día en la medida de mis posibilidades. Pero he renunciado por ahora al Magisterio y no sólo no me arrepiento sino que cada día soy más feliz con esta decisión.
¿Por qué no se valora el trabajo en casa? Porque no se gana un duro. Hoy, por desgracia, está extendida la idea de "tanto ganas, tanto vales". Y en casa, desde luego, de "duros", nada. Pero estoy en casa, en primer lugar, porque creo que los niños de 0 a 3 años necesitan imprescindiblemente de la compañía de mamá. Es el tiempo de formar su personalidad, su seguridad, su afectividad. ¿No estamos dispuestos a dejarnos la hijuela por el mejor colegio? Pues para esa edad, esto que hago es mejor que Oxford o Harvard.
En segundo lugar, creo que así hago —lo intento al menos— hogar, para que cuando lleguen del colegio o (mi marido) del trabajo, tengan alguien que les quiere con locura, para escucharles, ayudarles, estar con ellos. Solamente escuchando se detectan muchos problemas, la influencia de las amistades, se está más "al loro" y hoy en día es muy importante. Hay que andar con "los pies de plomo".
Siendo algo apasionante ayudar como profesora a la formación de los hijos de los demás, me parece que lo es muchísimo más, formar a tus propios hijos. Dan unas alegrías enormes. Javi, a los tres años, me dijo una vez: —Mamá, ¿a que cuando comulgas, el alma se pone blanca. —Sí. -¡También se pone amarilla!. —¿Amarilla? ¿por qué?. —Porque Jesús es Dios y Dios creó la luz. Entonces, cuando comulgas, el alma se pone amarilla de luz... Y a los 5 años: —Mamá, ¿cómo entró Jesús en el seno de la Virgen?. Yo empecé a pensar cómo se lo explicaba, pero se me adelantó: —Ya lo sé yo: entró Dios en el seno de la Virgen y dijo: ¡Ahora me convierto en Niño!
Anécdotas de este estilo me hacen pensar en mi responsabilidad en la formación de mis hijos. Yo no sé qué será de su vida, pero me hacen reflexionar: «¿Y si estoy educando un futuro sacerdote, ¡otro Cristo!?» Es mucha responsabilidad. Insisto, no sé qué será de él, pero en todo caso estoy formando la sociedad de mañana. Tengo la misión de formar "sal de la tierra""luz" y "levadura" del mundo. Y también tengo la responsabilidad de rezar, para que cuando ellos hagan uso de su libertad, haya siempre en sus labios un fiat! (¡hágase!) a la Voluntad de Dios. Es apasionante y sobrecogedor.
En resumen: ¿Cansancio?: todo. ¿Paciencia?: a veces me falta. ¿Felicidad?: TODA. ¿Por qué? Porque sé que soy hija de Dios y estoy donde debo estar. Porque me ayuda dándome "no sé qué". Tengo Esperanza, Ilusión, Alegría y Fe. ¿Qué más puedo querer? Ningún día es igual a otro, aunque parezca todo lo contrario. Pero, no se crea, así no he pensado desde el primer día. Ni siquiera depende de mí pensar así. Todo esto me lo va descubriendo Dios día a día.
Dejo al lector el juicio sobre este raro espécímen llamado Lourdes. ¿Se trata de un fruto tardío de anacronismos irreversibles o de una anticipación del futuro, realidad de lo posible? Por si acaso, advirtamos al eventual lector poco avisado, que rehuya a personas como ésta, no vaya a ser que nos contagie su Fe, su Esperanza, su Amor y, sin querer, pulvericemos los materialismos y hedonismos al uso y nos hallemos de pronto en el alba de una nueva Humanidad llena de la alegría de vivir.

miércoles, 18 de agosto de 2010

¿QUE ES UN AMIGO?

Por: Lic. Guillermo Mazariegos

Un verdadero amigo es aquel que se interesa en el bien y la felicidad del amigo, esto le lleva a no buscar tener amigos, sino a buscar “ser amigo”.


Cuando estamos inmersos en un problema y pensamos que no podremos salir, cuánto deseamos la mano de un amigo fiel y verdadero que nos brinde su consuelo y su aliento. Su consejo nos da ánimo, su compañía paz, y hasta su simple presencia nos obliga a mantenernos en pie, firmes como los árboles.


Hay quienes “desean” tener muchos amigos para “sentirse populares”, presumen de amigueros. Viven para su buena fama y desprecian a los que no pertenecen a su “pandilla”. ¡Pobres insensatos! Ignoran que no tienen ningún amigo y que ellos, de amigos, no tienen nada.


Un verdadero amigo no busca “tener amigos”, sino “ser amigo”. Con todo lo que esto implica. No le importa ni la fama, ni el dinero, ni el carro del otro. Le interesa el bienestar y la vida de su amigo.


No se puede llamar amigo a cualquiera. Los amigos no son la “marita” de personas con las que me junto para ir a la plaza, a la disco, al bar, al café o a las fiestas. Con los que me la paso más o menos bien y dizque me divierto, pero cuando me despido de ellos con sonrisa de azafata, no dejan de ser más que unos desconocidos; unos “amigotes” con los que anduve vagando y en los que busqué mis intereses.


El amigo, dicho con todas las de la ley, busca sólo el bien de su amigo aunque le cueste. Está en las buenas y en las malas, siempre cerca. Perdona y excusa las ofensas y los errores con paciencia. Y si le compete lo corrige y lo ayuda con sinceridad. Si el amigo cae, lo levanta. Si está herido lo cura y lo lleva en brazos. Luchan juntos en la vida y se impulsan en los ideales. Se alegra cuando el amigo se alegra y sufre con el amigo que sufre. Los dos son “un solo corazón y una sola alma”.


El amigo tiene el corazón puesto en el amigo y le procura el mayor bien: llevarlo al Cielo. No busca acumularlo aquí en la tierra, sino que su amistad esté arraigada en Cristo.


Un amigo es también un hermano. El hermano es, de hecho, el amigo que la naturaleza nos da y nos unen vínculos de sangre.


El amigo, no será sangre de su sangre, pero es alma de su alma, y los une un vínculo irrompible.


No se nace con la amistad, pero sin ella es imposible crecer. Para el niño, el amigo significa mucho y crece con sus amigos. Es mejor descubrir la vida en aventuras junto a un amigo, que solo. “El hierro con el hierro se aguza y el hombre con su prójimo se afina” (Proverbios. 27, 17)


No cabe duda, el amigo es uno de los mayores tesoros que Dios nos ha dado, un impulso para llegar al Cielo.


Cristo, el mejor Amigo, nos sublima esta virtud, y nos lo confirma en el Evangelio:
“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”.






Para terminar, un poema de Lope de Vega:






¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?




¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?


¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta, cubierto de rocío,
pasas las noches del invierno oscuras?


¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,
pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!


¡Cuántas veces el ángel me decía:
asómate ahora a la ventana;
verás con cuánto amor llamar porfía»!


¡ Y cuántas veces, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!

lunes, 28 de junio de 2010

HACE MAS RUIDO UN ARBOL QUE CAE, QUE UN BOSQUE QUE CRECE

UN SIMPLE SACERDOTE

Una carta del Padre Martín Lasarte, salesiano, desde Angola , África.

Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apología ni de la Iglesia ni de los sacerdotes.

El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico.

Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos.

Soy un simple sacerdote católico uruguayo que hace 20 años vivo en Angola .
Me siento feliz y orgulloso de mi vocación.


Me da un gran dolor por el profundo mal que sacerdotes que deberían de ser señales del amor de Dios, sean un puñal en la vida de inocentes.

No hay palabra que justifique tales actos.

Veo en muchos medios de información, la ampliación del tema en forma morbosa, investigando en detalles la vida de algún sacerdote pedófilo.


Así aparece uno de una ciudad de USA, de la década del 70, otro en Australia de los años 80 y así de frente, otros casos más recientes…


¡Es curiosa la poca noticia y desinterés por miles y miles de sacerdotes que se consumen por millones de niños, por los adolescentes y los más desfavorecidos en los cuatro ángulos del mundo!


Pienso que a los medios de información no les interesa que yo haya tenido que transportar por caminos minados en el año 2002, a muchos niños desnutridos desde Cangumbe a Lwena ( Angola ), pues ni el gobierno se disponía y las ONG’s no estaban autorizadas.


No ha sido noticia que haya tenido que enterrar decenas de pequeños fallecidos entre los desplazados de guerra y los que han retornado;
que le hayamos salvado la vida a miles de personas en Moxico mediante el único puesto médico en 90.000 km2, así como con la distribución de alimentos y semillas;
que hayamos dado la oportunidad de educación en estos 10 años y escuelas a más de 110.000 niños...


No es de interés que con otros sacerdotes hayamos tenido que socorrer la crisis humanitaria de cerca de 15.000 personas en los acuartelamientos de la guerrilla, después de su rendición, porque no llegaban los alimentos del Gobierno y la ONU.


No es noticia que un sacerdote de 75 años, el P. Roberto, por las noches recorra la ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que se desintoxiquen de la gasolina;
que alfabeticen cientos de presos; que otros sacerdotes, como P. Stefano, tengan hogares transitorios para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violados y buscan un refugio.

Tampoco que Fray Maiato con sus 80 años, pase casa por casa confortando los enfermos y desesperados.


No es noticia que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, y religiosos hayan dejado su tierra y su familia para servir a sus hermanos en una leprosería, en hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con Sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a cero positivos…
o en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P. Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, lo hayan transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino;

que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un asalto en la calle; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria;
que otros hayan saltado por los aires, a causa de una mina, visitando a su gente.

En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región…
Ninguno pasa los 40 años.

No es noticia acompañar la vida de un Sacerdote “normal” en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve.


La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia , esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua.


Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece.


No pretendo hacer una apología ni de la Iglesia ni de los sacerdotes.


El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico.


Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos.


P. Martín Lasarte, salesiano, en Angola , África.

miércoles, 2 de junio de 2010

SOMOS CAPACES DE HACERLO MUCHO MEJOR!!

Encontré esto en el blog eligelavida.blogspot.com ...

La CNN ha publicado un artículo de opinión de Raquel Welch: ‘It's sex o'clock in America’. La famosa actriz, con 70 años, habla sin pelos en la lengua de lo que realmente supuso esta supuesta liberación para las mujeres:

«Me avergüenza admitir que yo misma he estado casada cuatro veces, y sin embargo, estoy convencida de que el matrimonio es la piedra angular de la civilización, una institución esencial para la estabilidad de la sociedad, que proporciona un santuario a los niños y nos salva de la anarquía».

«Si hubiera tenido una actitud diferente sobre el sexo, la concepción y la responsabilidad las cosas hubiesen sido muy diferentes».

«El efecto más significativo y perdurable de la píldora en las actitudes sexuales femeninas en los sesenta fue: ahora podemos tener sexo en el momento que queramos sin sus consecuencias. ¡Aleluya, viva la fiesta!».

«La falta de inhibiciones sexuales, o como alguno lo llama, la ‘liberación sexual’, eliminó la precaución y el discernimiento a la hora de elegir el compañero sexual, que solía ser el equivalente al compañero con el que compartir toda la vida. La falta de compromiso, confianza y lealtad en las parejas en edad fértil degenera en infidelidad».

Y añade: «En serio, si una anciana sex symbol como yo, agita bandera roja advirtiendo que las normas morales se han desplomado, deberíais caer en la cuenta de la cosa está mal. De hecho, precisamente por la imagen sexy que he tenido es importante que os diga: ¡vamos chicas!, es hora de dejar de quejarnos. Somos capaces de hacerlo mucho mejor».

jueves, 15 de abril de 2010

¡LA FAMILIA, IDIOTA, LA FAMILIA!

por María Las Heras

La familia es la solución. Ahora te cuento cuál es el problema. El problema es la delincuencia y los suicidios juveniles. El problema es el fracaso escolar, la falta de seguridad en las aulas, las rupturas matrimoniales y las enfermedades psíquicas. El problema es la violencia de género, las adicciones y el futuro del sistema de pensiones.. El problema es que hay una generación que no quiere trabajar, los llamados ni-ni, y otra que no encuentra trabajo. En total: casi 20 por ciento de desempleo. Y suma y sigue. Ahora ya te he dicho la solución. Y también el problema.

Sin embargo, ponemos parches en lugar de soluciones. El desorden y la violencia juvenil la intentamos contener habilitando espacios en los que realizar botellones masivos. Por supuesto lo que se consigue es sólo que el desorden se produzca en un espacio físico acotado, pero no erradicar los excesos, y la falta de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

La violencia de género queremos erradicarla con cuentos políticamente correctos en los que no hay violencia y caperucita ya no es una niña, sino un ser humano de género neutro. Cuentos en los que, dicho sea de paso, no hay niñas agredidas al precio de que tampoco haya héroes. El fracaso escolar se intenta atajar bajando el nivel académico, con lo que se consigue que nadie fracase al triste precio de que nadie aprenda.

Y la solución es la familia. Recientemente hubo en el IESE una nueva conferencia del Social Trends Institute, que promueve estudios académicos a nivel global. Una de sus publicaciones recoge investigaciones que lo muestran bien claro: los niños educados en una familia con padre y madre unidos en matrimonio —vamos, lo que suele llamarse una familia— tienen menor riesgo de vivir en situación de pobreza, de fracaso escolar, y de acceder a empleo precario. Esos niños tienen menor riesgo de mortalidad infantil, y de mayores son menos proclives a abusar de drogas y alcohol.

Y es que ya lo dice el secretario de Estado británico para la Infancia, las Escuelas y la Familia en su informe del 2010: «Las familias fuertes y estables son la columna vertebral de nuestra sociedad. La familia provee a nuestros niños del amor y seguridad que necesitan para crecer y para explorar el mundo. Les dan la guía moral y la inspiración necesarias para conseguir su máximo potencial y para ser ciudadanos ejemplares».

En la familia se aprende que la justicia en las relaciones interpersonales no es suficiente para llegar a la plenitud. En la familia recibimos cuando no somos capaces de dar. Damos cuando el otro no será capaz de reciprocar a nuestro don. Y esto nos enseña, porque si en la sociedad sólo se vive la justicia... es una injusticia. Porque se maltrata a los más débiles. Porque abortamos a los enfermos. Y por ello aprobamos leyes que con un triste eufemismo denominamos de sedación terminal a la carta.

Recientemente leí que la familia es la cuna en la que recibimos la vida y el lugar donde renacemos continuamente por el amor. La idea puede ser tachada de cursi. Pero debe ser interiorizada por certera. En un país donde buscamos la eterna juventud, mejor facilitemos el desarrollo de familias fuertes donde cada uno sea capaz de renacer continuamente.



domingo, 21 de marzo de 2010

VAMOS AL CINE

( Hagan CLICK en la imágen para verla más grande)


No la he visto, pero dicen que realmente vale la pena. Cuando puedan, vayan a verla al cine, o alquílenla... pero, por favor, NO COMPREN UNA COPIA PIRATA, eso hace que luego las productoras no tengan dinero para seguir haciendo buenos filmes... y además es robar!

LOS ESCANDALOS EN LA IGLESIA

A raíz de las noticias de abusos de niños en Irlanda por parte de sacerdotes y religiosos, el Papa, con palpable dolor, les ha escrito ESTA carta a todos los fieles de ese país. Es indiscutible que lo que le afecta a la Iglesia en un lugar del mundo, nos afecta a todos como católicos, y que estos escándalos le hacen un daño enorme a la Iglesia.

Se nos olvida que Dios es un Padre Amorosísimo, que no nos ha dado una lista de prohibiciones, sino un conjunto de mapas y recomendaciones (mandamientos, sacramentos, etc) para que podamos llegar a nuestro destino (el Cielo). Seguir o no seguir lo que nos sugiere Dios, no le da ni le quita a Dios nada... somos nosotros los que salimos perdiendo cuando no hacemos lo que Dios nos pide.

No se me va a olvidar un comentario que hizo una vez un sacerdote muy bueno que conozco:
"No seguir lo que Dios nos pide, es como ir en un camino peligroso, con precipicios a los lados y dificultosas pendientes, y no querer hacer caso de las señales de tránsito... y decir "aquí dice VIRAR A LA IZQUIERDA, pero a mi me nace ir a la derecha" La señal está allí, nadie me'obliga a cumplirla; pero virar a la derecha me hará caer en el precipicio... entonces, ¿quién sale perdiendo?"
En su carta, el Papa sugiere varias acciones concretas para trabajar en la solución de los problemas causados por estos terribles actos, aquí les pongo algunas de las cosas que pide:
"Ahora los invito a todos a ofrecer durante un año, desde ahora hasta la Pascua de 2011, la penitencia de los viernes para este fin. Les pido que ofrezcan el ayuno, las oraciones, la lectura de la Sagrada Escritura y las obras de misericoridia por la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia en Irlanda. Los animo a redescubrir el sacramento de la reconciliación y a utilizar con más frecuencia el poder transformador de su gracia."

Lo pide por la Iglesia de Irlanda, pero TODOS somos parte de esta misma Iglesia... ¿será que nos apuntamos a ayudar a nuestros hermanos Irlandeses, y nos lanzamos a ofrecerle a Dios un año de oración por la Iglesia? Al final los beneficiados, solamente seremos nosotros mismos.

martes, 12 de enero de 2010

¿LOS BENEFICIOS DETRAS DEL PLACER?



Discovery Channel es uno de los preferidos en casa. La verdad vemos poca tele, pero cuando vemos, yo diría que somos unos aficionados de los documentales. Solemos ver tele todos juntos, tratamos de comentar lo que se ve, y los documentales resultan buenísimos porque además se aprende algo nuevo.

Usualmente los programas de estos canales son de calidad, pero últimamente me han dejado muy decepcionada. Entre programas, y en los cortes, dentro de los programas, están sacando una serie de anuncios haciéndole propaganda a las relaciones sexuales. (¿?)

O sea que mientras ves un documental de cómo se hacen los lápices o cómo construyen el puente más largo del mundo, puedes enterarte de que si tienes relaciones sexuales 20 veces al mes mejorará tu piel y tu postura, además evitarás el cáncer de mama y los hombres pueden evitar el cáncer de próstata. Con relaciones sexuales repetidas evitas tener gripes, puedes bajar de peso, además de los invaluables beneficios de no envejecer, y mejorar el tránsito intestinal lento, etc. etc. etc.

¿Me pregunto qué buscan los señores de Discovery Health? ¿No se dan cuenta de que sus programas los ven personas de todas las edades, incluidos adolescentes? ¿No se percatarán ellos de que la mayoría de chicas de 13 años ya están preocupadas por su peso, su postura, la calidad de su piel, etc.?

Aparte, de dónde se sacan los números???? Porqué los beneficios se encuentran si se tienen 20 encuentros sexuales y no más... o menos.....

Los anuncios dicen textualmente: "Así que, ¿qué esperas para iniciarte en el más placentero método para mejorar tu salud? Disfruta del más sano sexo ¡¡mientras obtienes los beneficios que se esconden detrás del placer!!"

Ante esto, yo PROTESTO!!! En primer lugar dejan abierta la posibilidad a obtener estos "beneficios" con varias personas... por lo tanto, promueven la promiscuidad, en segundo lugar nunca mencionan los inconvenientes que hay si te inicias en esto antes de tiempo, las enfermedades, los embarazos no deseados.... sin contar con el daño que se le hace a la persona, al matrimonio, a la familia, etc.

¡¡Auxilio!! Necesitamos familias en las que se le de el valor que merece cada persona, y sobre todo, familias en las que, con sentido común, tengamos muy claro que para la postura se necesita pararse con los hombros hacia atrás; para la gripe, vitamina C; para el cáncer de mamas, chequeos periódicos; y para estar flaca, cerrar el pico y hacer ejercicio!!!

sábado, 11 de julio de 2009

EL EXITO ES APRENDER A FRACASAR


http://www.interrogantes.net/


El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse, decía el conocido estadista e historiador británico Winston Churchill. Nadie puede decir que no fracasa nunca, o que fracasa pocas veces. El fracaso es algo que va ligado a la limitación de la condición humana, y lo normal es que todos los hombres lo constaten con frecuencia cada día. Por eso, los que triunfan en la vida no es porque no fracasen nunca, o lo hagan muy pocas veces: si triunfan es porque han aprendido a superar esos pequeños y constantes fracasos que van surgiendo, se quiera o no, en la vida de todo hombre normal.


Triunfar es aprender a fracasar. De esta curiosa paradoja depende en mucho el acierto en el vivir. Cada frustración, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusión, lleva consigo el germen de una infinidad de capacidades humanas desconocidas, sobre las que los espíritus pacientes y decididos han sabido ir edificando lo mejor de sus vidas.


Efectivamente, normalmente, el éxito en la vida viene de haber sabido afrontar las inevitables faltas de éxito del vivir de cada día. Y los que, por el contrario, fracasan en la vida son aquellos que con cada pequeño fracaso, en vez de sacar experiencia, se van hundiendo un poco más. Por eso, se trata de descubrir que las dificultades de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. Que un fracaso hace lucir ante uno mismo la propia limitación pero, al tiempo, nos brinda la oportunidad de superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos. Y que es precisamente, en medio de un entorno en el que no todo nos viene dado, como se va curtiendo el carácter, como va adquiriendo fuerza y autenticidad.


Por eso, en la tarea de educar el propio carácter, o el de los hijos, es muy importante no caer en ninguna especie de neurosis perfeccionista. Sería una completa ingenuidad dejar que la vida se diluyera en una desesperada búsqueda de algo tan utópico como es el deseo de permanecer en un estado de euforia permanente, o de continuos sentimientos agradables. Quien pensara así, estaría casi siempre triste, se sentiría desgraciado, y los que le rodeen probablemente acabarían estándolo también. Como decía Gertrud von Le Fort, “hay una dicha clara y otra oscura, pero el hombre incapaz de saborear la oscura, tampoco es capaz de saborear la clara“. O como decía Quevedo, “el que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos“. Porque errores los cometemos todos. La diferencia es que unos sacan de ellos enseñanza para el futuro y humildad, mientras que otros sólo obtienen amargura y pesimismo. El éxito, volvemos a repetir, está en la capacidad de superar los tropiezos con deportividad.


miércoles, 6 de mayo de 2009

EL VALOR DEL AHORRO PARA LOS HIJOS




A lo mejor has oído aquel chiste de Eugenio del mudo de nacimiento:

Iban pasando los años y el muchacho no hablaba. Sus padres lo llevaban de médico en médico, sin resultado, hasta que finalmente dieron el caso por imposible. No encontraban ninguna causa fisiológica de aquel absoluto mutismo.

Cuando la criatura tenía ya treinta y cuatro años, un buen día su madre le puso el café para desayunar, y el chico, con toda naturalidad, se dirigió a ella diciendo:

—Mamá, te olvidaste el azúcar.

—Pero, hijo mío, ¿cómo es que puedes hablar y llevas treinta y cuatro años sin hacerlo?

—Es que hasta ahora todo había estado perfecto —respondió.

Me imagino que tus hijos no estarán tan mimados como éste, pero piensa si no estarán llevando una vida demasiado fácil y demasiado cómoda. Es un error que tiene diversas manifestaciones.


Por ejemplo:

*Cuando los chicos tienen demasiadas cosas: Platón aseguraba que el exceso de bienes materiales produce delicuescencia en el alma, y Schopenhauer decía que es como el agua salada, que cuanto más se bebe, más sed produce.


Los hijos criados en una atmósfera de sobriedad se forjan en la mejor fragua de virtudes. Hay una sencilla ley psicológica: lo que te ha costado mucho esfuerzo conseguir, lo valoras mucho. Lo que se te entrega por la vía rápida, casi lo desprecias. Muchos chicos tienen de todo pero han perdido capacidad para disfrutar lo que tienen porque apenas les cuesta obtenerlo.

*Cuando permitimos que entren en el juego de la fiebre consumista, del consumir por no ser menos que los demás, por no estar por debajo del promedio estadístico. Es triste que haya tantas personas que se centran tanto en el tener en vez de en el ser. Puede observarse con facilidad lo que puede llegar a sufrir un adolescente por esa angustia de vestir a la moda, o de tener mejor material escolar o de deporte que sus compañeros.

Es cierto que poco podemos hacer por suprimir esas modas. Pero cuando claudicas ante ellas no haces bien a tus hijos. El culpable del consumismo es quien lo financia. “Mi padre me echa siempre una charla —decía aquella chica— pero al final me lo compra todo y me deja hacer siempre lo que quiero.”

Recuerda que la virtud no se adquiere por repetición de charlas, sino por repetición de actos que configuran un modo de ser. Igual que en una clase de gimnasia no bastaría con que el profesor se dedicase todo el tiempo a realizar una exhibición de perfectos movimientos gimnásticos mientras los alumnos miran. No es suficiente con explicar la teoría.

*Cuando no les enseñamos a conocer el valor del dinero y a administrarlo. Muchos chicos y chicas jóvenes parece que tienen las manos horadadas. No saben lo que es tener dinero para comprar algo y no comprarlo: da igual que sean unas zapatillas de deporte que unas chucherías, o agotar todas sus reservas en la barra de un bar. No saben lo que es el ahorro. No les dura nada el dinero en el bolsillo.

Si no cambian, cuando sean mayores se les escapará el dinero de entre las manos, porque ahora no conocen su valor. Quizá, como decía Wilde, saben el precio de todo pero no conocen el valor de nada.

Es positivo acostumbrarse a la economía ya en los años de la juventud. “Cuando trabajas para conseguirte el dinero, —me decía uno en cierta ocasión— ya lo gastas de otra manera, te lo piensas.” La economía educa el carácter y aumenta el sentimiento de autonomía, mientras que el exceso de dinero induce a la ligereza. El ahorro —sin caer en extremos anormales— puede ser muy formativo.

martes, 31 de marzo de 2009

TENGO UNA RESPUESTA PARA USTED


(En España hay una ley que permite el aborto, incluso hasta el día del parto natural)


El domingo 28 de marzo, en el programa español "Tengo una respuesta para usted", el sacerdote D. Javier Quevedo, le formuló al Sr. Rodríguez Zapatero la siguiente pregunta ¿Usted cree que el embrión o el feto es un ser humano?


Realmente el Sr. Zapatero no contestó a la pregunta. D. Juan Carlos Gómez-Rico Martín-Gil, sacerdote diocesano de Ciudad Real y compañero de D. Javier Quevedo, le ha escrito una carta al Sr. Zapatero dándole la respuesta a la pregunta.

Este es el texto de la carta:

Sr. Rodríguez Zapatero:


Soy Juan Carlos Gómez-Rico Martín-Gil, sacerdote diocesano de Ciudad Real, compañero de Javier Quevedo, algo más joven que él, 36 años. Tengo el gusto de responder a la pregunta que usted evitó contestar a mi colega. Puede ser que rodeara la respuesta porque usted duda del tema o porque calculaba perjudicial para su imagen responder que No, como me temo que es lo que realmente piensa.

Dudo que usted pueda leer esta carta, más bien porque tendrá muchas cosas que hacer y cartas que responder, pero confío que la lean en Moncloa y todos los que piensan como usted, incluidos miembros del Partido Popular que han consentido la actual ley del aborto aprobada con Felipe González.

Disculpará que envíe esta carta a mis contactos, amigos y conocidos, por lo menos, el formato “carta al presidente” servirá de género literario atrayente. Igualmente disculpe que le apunte datos que bien conoce.

Así pues, tengo una respuesta para usted: ¿Es el embrión un Ser Humano?


A. Sí, y no le argumento desde la Fe que profeso, lo dicen las ciencias empíricas, la biología; en esto hay unanimidad. Por 4 hechos científicos constatados:

1. Cuando se funden los gametos masculino (espermatozoide, 23 cromosomas) y femenino (óvulo, 23 cromosomas), antes de las 20 horas del coito, aparece un organismo nuevo, el cigoto, con 46 cromosomas. El cigoto es la primera fase del embrión, es una célula de 46 cromosomas en su composición genética distinta del padre y de la madre. Todas tienen 46 cromosomas menos los gametos reproductores, que curioso….

2. Esa célula es un organismo de especie humana, lo dicen sus cromosomas, su ADN, no es de perro, ni de gato, ¿entonces qué es?

3. El cigoto es un organismo programado, el primero de una cadena de sucesos biológicos. Es nuevo, original, único e irrepetible, en él está contenido todo el patrimonio genético, color de ojos, estatura….

4. Ese organismo crece y se desarrolla de modo coordinado, continuo, gradual, siguiendo una multiplicación celular que impide distinguir etapas cualitativamente, aunque cambie cuantitativamente.

B. Estas evidencias científicas muestran otras cuatro características del embrión humano:

1. Unidad biológica del nuevo ser.

2. Coordinación: Todos los elementos del embrión se desarrollan en perfecta coordinación como partes de un todo, único y uno, unicidad.

3. Continuidad en el desarrollo: El desarrollo cuantitativo y diferencial del embrión es un perfecto continuo, no hay saltos cualitativos, ni mutaciones sustanciales. Estamos siempre ante el mismo sujeto, sólo cambia el tamaño o el tiempo, cantidades, no cualidades.

4. Gradualidad: La forma definitiva se alcanza gradualmente. Ni siquiera la alcanza tras el parto. El proceso continúa mientras vivimos… Es mentira que haya pre-embriones y embriones. ¿En qué día, minuto y segundo deja de ser una cosa para ser la otra?

Partiendo de estos datos físicos irrefutables, es claro que negar el estatus humano al embrión es contradecir las ciencias físicas, no sólo las Religiones o la Filosofía metafísica. Y todo por ideas preconcebidas, prejuicios ideológicos. Por tener un concepto de hombre recortado, ni siquiera por el cientifismo, sino por el subjetivismo ético y positivismo jurídico: “la única fuente de verdad o moralidad son las opiniones y decisiones humanas”.Lo legal es lo moral. Recordemos los desastres de Hitler elegido legalmente por una democracia legítima…

La raíz del problema es el Relativismo: la verdad, si existe, depende del color del cristal de quien mire... Ya decía Benedicto XVI, es el mal radical postmoderno: la dictadura del relativismo. Es el suicidio de la Verdad y del Hombre.

Así pues, verificado por la ciencia biológica que el embrión es ....
click AQUI para el artículo completo....

viernes, 20 de marzo de 2009

VIVIR CON MENOS, EL "DOWNSHIFTING"



A mediados del año pasado me propuse quedarme con 100 cosas de uso personal hasta el 19 de septiembre, día de mi cumpleaños. Desde entonces, y al dejar de tener este propósito he vuelto con cierta sorpresa a comprobar como mis cosas van poco a poco aumentando con multitud de elementos de utilidad más que dudosa, y que he ido adquiriendo sin apenas necesidad. Quizá en su momento parecía muy necesario.

Otro ejemplo, nos parece, que cualquier máquina que reduzca un poco el esfuerzo físico resulta enseguida indispensable. Tomamos el ascensor para subir o bajar uno o dos pisos, o el coche para recorrer sólo unos cientos de metros, y, al mismo tiempo, con frecuencia nos proponemos hacer un poco más de ejercicio o practicar todas las semanas un rato de deporte.

Otro ejemplo, para estar a gusto en casa, ¿es necesario pasar a 25 grados en invierno, y el verano a 18? ¿En cuantas casas hay casi que estar en camiseta en pleno invierno, o abrir las ventanas, porque hace un calor sofocante? ¿Y no hemos pasado muchas veces frío, o incluso cogido un buen catarro, a causa de los rigores del aire acondicionado de una cafetería, un salón de actos o un avión?

La idea de consumir con un poco más de sensatez y de cabeza, de llevar un estilo de vida un poco más sencillo, o, en definitiva, de vivir mejor con menos, es una idea que por fortuna se está popularizando en la cultura norteamericana con el nombre de downshifting (podría traducirse como desacelerar o simplificar). Partiendo del principio de que el dinero nunca podrá llenar las necesidades afectivas, y de que una vida lograda viene dada más por la calidad de nuestra relación con los demás que por las cosas que poseemos o podamos poseer, esta corriente no trata sólo de reducir el consumo, sino sobre todo de profundizar en nuestra relación con las cosas para descubrir maneras mejores de disfrutar de la vida.

La crisis económica actual puede abrirnos los ojos acerca de la tiranía de las compras a plazos, las hipotecas y la ansiedad por lograr un nivel de vida mayor, muchos hombres y mujeres empiezan a preguntarse si su calidad de vida no mejoraría renunciando a la fiebre del ganar más y más, y procurando en cambio centrarse en gastar un poco menos, o mejor dicho, en gastar mejor.

Esta tendencia del downshifting, que se está extendiendo también poco a poco por Europa, incluye también la idea de alargar la vida útil de las cosas, procurar reciclarlas, buscar fórmulas prácticas para compartir el uso de algunas de ellas con parientes o vecinos, etc. En todo caso, hay siempre un punto común: el dinero no garantiza la calidad de vida tan fácilmente como se pensaba.

En busca de un nuevo concepto de austeridad, los promotores de este estilo de vida buscaron el modo de renunciar a caprichos y gastos superfluos hasta reducir sus gastos en un veinte por ciento.

“Lo primero que hay que hacer —suele afirmar Vicki Robin, uno de sus más cualificados representantes— es averiguar el grado de satisfacción que nos producen las cosas, para distinguir una ilusión pasajera de la verdadera satisfacción. Con esta fórmula cada uno puede detectar los valores que le proporcionan bienestar y descubrir de qué puede prescindir, y así alcanzar paso a paso un nuevo equilibrio vital más satisfactorio.”

Por ejemplo, en la educación o la vida familiar, es frecuente que los padres, debido a la falta de tiempo para la atención afectiva de sus hijos, cada vez les compren más cosas, motivados a veces por un cierto sentimiento de culpabilidad… Toth decía que son muchos los talentos que se pierden por la falta de recursos, pero muchos más los que se pierden en la blanda comodidad de la abundancia.

No son pocos los padres que, de tanto trabajar hasta la extenuación y reducir el número de hijos para poder así gastar más y más en ellos, hacen que ese dinero mal empleado acabe por estropearlos… Conseguir que los hijos sepan lo que cuesta ganar el dinero y sepan administrarlo bien. Que no acabe sucediendo aquello de que saben el precio de todo pero no conocen el valor de nada.

jueves, 12 de marzo de 2009

LA GENEROSIDAD COMO FUENTE DE ALEGRIA


por Aníbal Cuevas


Termino hoy con la tercera de las fuentes naturales de la alegría. Hoy toca el turno a la generosidad a la que Garcia Hoz definía como el fundamento del trato con las personas.

La generosidad implica compañerismo, amistad, espiritú de colaboración. Se trata de una virtud que encuentra sus primeras experiencias en la familia, corresponde a los padres fomentar en casa la participación y el espíritu de servicio ayudando a los hijos a encontrar la felicidad que supone estar a disposición de los demás. La vida ajetreada y complicada nos invita muchas veces a hacer nosotros lo que podrían y debieran hacer los hijos, puede que actuar así sea más cómodo y efectivo pero supone "robar" a los hijos oportunidades de sentirse felices y crecer como personas.


En un mundo materialista que tiende a reducir la generosidad a dar dinero o bienes materiales, convendría ampliar el campo de la generosidad a la disposición de dedicar tiempo a los demás. Ayudar a un hermano en los estudios, visitar a familiares enfermos o mayores, ayudar en casa.



Experimentar la alegría que supone ser generosos ayuda a que no todo gire en torno a uno mismo y sus cosas, descomplica mucho la cabeza y evita pensar en problemas que muchas veces solo están en la imaginación.

domingo, 8 de marzo de 2009

EL TRABAJO COMO FUENTE DE ALEGRIA


por Aníval Cuevas

Existe la creencia generalizada de que el trabajo es un castigo. Se trata de una vieja afirmación cuyo origen es una lectura incorrecta del Libro del Génesis. Según esa idea el trabajo sería un castigo de Dios a la humanidad al haberse rebelado Adán y Eva contra Él. Quienes esto interpretan no tienen en cuenta que el mismo Libro, mucho antes, se refiere al trabajo como participación del hombre en la obra de la Creación. Por tanto el cansancio o maldición es consecuencia del pecado original y no parte consustancial del trabajo.

Hay quienes lo consideran únicamente como fuente de ingresos, otros lo usan para escalar posiciones sociales o prestigio, algo que no está mal si éste se situa en su lugar y no como fin último. Algunos no conceden trascendencia a su trabajo y lo hacen de cualquier manera, incluso si pueden no trabajan o trabajan menos. Por el contrario hay quien hace del trabajo el centro de su vida y cayendo en la profesionalitis. Indudablemente actitudes ante el trabajo como las descritas hacen que este sea percibido como un castigo que, además, suele afectar a la vida personal y familiar.

Para una persona equilibrada acabar bien el trabajo, sea cual sea, debe suponer una honda satisfacción producto de la labor bien hecha. Es importante la actitud con la que se afronta y la motivación que nos dirige. Me parece muy útil e interesante recuperar el origen primero del trabajo, para ello puede ser de eficaz ayuda conocer la Doctrina Social de la Iglesia y algunos documentos papales de los últimos siglos sobre el sentido del trabajo.

Sin dudarlo me sumo a la idea del profesor García Hoz de que el trabajo puede ser fuente de alegría.

lunes, 2 de marzo de 2009

EL ORDEN COMO FUENTE DE ALEGRIA


por Aníbal Cuevas

En el post anterior se citó el orden como fuente de alegría en la vida personal y familiar. Obviamente me estaba refiriendo al orden como virtud y no como manía; las manías son más bien una fuente de problemas y tensiones.

El orden nos ayuda a tener una mejor vida de familia. No me refiero sólo al orden en lo exterior sino también al de la cabeza y, muy importante, al orden en el corazón. Muchos problemas conyugales tienen su origen en lo que clásicamente se ha dado en llamar "una vida desordenada". Las infidelidades no suelen comenzar por asuntos grandes.

En la vida diaria el orden nos ayuda a distinguir y escoger lo que es importante, al no hacer lo que apetece en detrimento de lo que se debe se aprovecha bien el tiempo. La lucha por ser ordenado nos debe llevar a hacer las tareas encomendadas y no dejarlas a medio acabar, también a no dejar las cosas sin recoger. Todo esto va unido al amor y el respeto por los demás miembros de la familia, y se hace extensivo a los compañeros de trabajo, clientes y sociedad en general.

La mejor manera de educar a los hijos en el orden es el ejemplo de lucha y superación de los padres. En la medida en que ven esa lucha personal por mejorar, ellos se animan también. Tampoco conviene olvidar la importancia de hablar de la alegría que produce la lucha por ser mejores.

Otros campos de lucha en el orden son la lmpieza, la puntualidad. En resumen, detalles cotidanos que facilitan la convivencia, nos hacen mejores y nos ayudan a estar alegres.