viernes, 29 de agosto de 2008

CONRTADICCIONES: "SALUD REPRODUCTIVA"

Carlota de Barcino

Hace unos días, mis ojos paseaban distraídos por los innumerables productos que se exponían en las estanterías de una farmacia, mientras esperaba a que el dependiente localizara mis medicinas. De repente, mi mirada se detuvo en unas pequeñas cajas de llamativos colores. Palabras como “defensa” y “control” aparecían junto a dibujos de un niño que asomaba bajo las gruesas líneas de un aspa roja. Las cajas contenían preservativos.

El mensaje entró de manera subliminal: “Controla tu reproducción”, que equivaldría a “defiéndete de” o “elimina” tu fertilidad.

Pocos días después, leí unas noticias que trajeron a mi memoria ese mensaje poderoso de las cajas de bolsillo.

Durante el pasado mes de noviembre, los pasajeros de autobús de las ciudades de Nueva York, Seattle y Chicago pudieron leer unos anuncios especialmente llamativos. Bajo la firma de la Asociación Americana de Infertilidad y la Asociación de Medicina Reproductiva, un dibujo de un biberón invertido con forma de reloj de arena, atraía la vista del viajero. Junto a él, una frase que invitaba a la reflexión: “Las mujeres de entre 20 y 30 años tienen más probabilidades de concebir”.

Puede parecer un mensaje obvio, pero hoy en día no se puede dar nada por supuesto. Vivimos en el mito del “eterno progreso”, por el que tendemos a confiar que los avances científicos y técnicos podrán resolver cualquier problema de nuestra vida. Continuamente leemos en los periódicos que mujeres en torno a los 40, después de una vida cosechando éxitos, se deciden por la maternidad. Y muestran sus rostros sonrientes junto al de rosados bebés. Annette Bening, Jane Seymour, Jodie Foster, Madonna... no son treintañeras, lo sabemos. Pero pocas admitirán haber recurrido a tratamientos de fertilidad, fecundación in vitro e incluso a madres de alquiler.

Parece que se nos ha vendido muy bien la idea de que vivimos en un “control” absoluto de nuestra “vida reproductiva”: que podemos defendernos de nuestra fertilidad durante años, para luego recurrir a ella en cualquier momento. Somos la generación del “lo quiero todo”, y a veces parecemos creer que ser madres es lo que viene después de todo lo demás. Por su parte, los especialistas que se preocupan por colgar tales anuncios en la calle, se muestran alarmados por este falso sentido de seguridad de sus pacientes, que se desploman al descubrir que la biología ha decepcionado sus expectativas, y deben enfrentarse al drama de la infertilidad.

Pero hay verdades inmutables: nacemos con un número limitado de óvulos, cuya calidad genética y viabilidad se reduce con la edad. Para la mayoría de mujeres, la fertilidad comienza su inexorable declive al inicio de los 30; tiene una gran caída a los 35, y se precipita a los 39. A partir de ahí, prácticamente desaparece.Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con airear esas verdades.

Las instituciones patrocinadoras de la campaña tardaron en encontrar una agencia de publicidad dispuesta a colaborar. Y las portavoces de ciertas organizaciones feministas, pusieron el grito en el cielo…”¡es absurdo!”. Pero, ¿calificaríamos de absurdo un diagnóstico médico? Y no admitir nuestras limitaciones biológicas, ¿qué sería? ¿Y llamar al aborto “salud reproductiva” cuando no es saludable para nadie, y menos, reproductivo? ¿Cuántos absurdos hemos incorporado a nuestra forma de pensar?

Sólo cuando se unen en nuestra mente todos estos mensajes, podemos darnos cuenta de que tan absurdo es identificar el embarazo con una enfermedad a controlar, como la ingenua creencia de que la maternidad es absolutamente controlable.

¿Es razonable que las mujeres nos pasemos media vida evitando el embarazo y unos pocos años sometiendo nuestro sistema reproductivo a artificiosos manejos para obtener el fruto largamente pospuesto?

jueves, 28 de agosto de 2008

¿Y SI ME SALE MAL?


Este post es repetido, no porque me haya quedado sin ideas, ni sin artículos buenos para "robar", sino porque fue de lo primero que puse en el blog, y creo que no lo vio mucha gente. Realmente es muy bueno, y muy actual, a pesar de que fue escrito en 1925.
El segmento que publico a continuación es un estracto de un libro que se llama "CARTAS SOBRE DERECHO A UNA MUCHACHA", lo encontré hace tiempo entre los libros de derecho de mi abuelo. Son cartas en las que un doctor en derecho civil, responde dudas de su ahijada, y éste es sobre la INDISOLUBILIDAD DEL MATRIMONIO, visto desde el punto de vista meramente legal.... pero con muchísimo sentido común.
...Me dices: "¿Y si el matrimonio me sale mal? ¿Encuentra usted justo que la desgracia sea irreparable? ¿No tendré derecho de rehacer mi vida?"

Te picó la tarántula, hija mía. Eso de rehacer la vida lo has leído en cualquier novela francesa y te ha parecido bien. Hablaremos de ello.

Quieres mi opinión sobre la indisolubilidad del matrimonio, y te la daré con cuanta claridad esté a mi alcance; naturalmente, sin entrar en el aspecto religioso: primero, porque yo no soy teólogo; y después, porque tú eres creyente y has de aceptar los sacramentos tal cual te los encuentras instituidos.

Discurramos en lo terreno:

Ese problema, como todos, depende del modo como se plantee. Y tu, por lo visto, lo planteas -igual que mucha gente- desde un punto de vista individual. Si en la vida la cuestión es pasar el rato, ¡qué duda cabe de que debiéramos rehacerla una y cien veces, cambiando de camino en cuanto notásemos que el emprendido era molesto! ¿Cuál es la conveniencia individual de un médico? Tener enfermos de fácil curación, cobrar cuentas abundantes y no arrastrar peligro de contagio. ¿Y la de un militar? Ser general a los veinte años, recibir buena paga y no batirse jamás. ¿Y la de un padre? No oír nunca llorar a los niños, ni verlos enfermos, ni inquietarse por sus estudios o por sus calaveradas. Supeditándolo todo a nuestro bienestar, lo lógico es que cuando estalle una epidemia, el médico dé media vuelta, deje morirse a la gente, y rehaga su vida dedicándose a tenor de ópera o a malabarista; y cuando sobrevenga la guerra, el militar rehaga también su vida pidiendo el retiro para leer, tranquilamente tumbado, lo que cuenten los periódicos de las acciones bélicas; y cuando los chicos enfermen o se tuerzan, el padre rehaga su vida desentendiéndose de los hijos y marchándose a un dancing, donde no suele hablarse de escarlatina, ni de meningitis, ni de asignaturas perdidas. ¡Ya ves si es sencilla la felicidad buscándola desde aquél punto de partida!

Pero, ¡ay, Carmencita!, la vida es más compleja que eso. Sin negar la legitimidad del anhelo de ser dichoso individualmente (el individualismo es el primer motor de las acciones humanas....)hay que añadir a esa ansia innata de ventura, otro concepto que nos olvidamos fácilmente: el deber. Los hombres estamos en la tierra para buscar nuestro gusto, pero también para cumplir nuestro deber. En cuanto hermanes ambos conceptos, entenderás muchas cosas que de otro modo no tienen explicación.

Así, es naturalísimo que el médico no quiera contagiarse, pero cuando llega el caso, derrocha el valor para salvar la vida de sus semejantes, con olvido de la suya propia; es humano que el militar guste de ascender sin combatir, pero si sobreviene la guerra, entra en el combate sin acordarse del ascenso; es lógico que el padre huya los quebraderos de cabeza, pero en cuanto a un chico le duele una uña o tiene una décima de fiebre, ya está aquél ansiosos de sufrir los más grandes enojos para aliviar al niño.

Reconocerás que ese espíritu de abnegación, esa entrega de uno mismo en servicio de un amor o de una idea, ese renunciamiento, esa postergación del agrado ante la obligación, constituye el tejido noble del alma humana y explica que seamos hijos de Dios. Sin esa depuración generosa, forjadora de santos y sabios, de héroes y mártires, generadora de las exaltaciones sublimes, que hacen de la Historia el libro más pasmoso e inverosímil, el hombre quedaría reducido a ser, en la escala zoológica, un bípedo carnívoro que dice tonterías.

Sabido esto, córrelo hacia el matrimonio. El hombre y la mujer se casan para admirarse recíprocamente, contemplando su salud y belleza; para deleitarse, cogidos del brazo, ante la montaña y el mar; para lucirse, rutilantes y majos, en bailes y teatros, y par decirse cosas ricas, muy al oído, haciendo perpetua una luna de miel lo más empalagosa posible. ¿Quién censurará eso? Una buena pareja debe apetecer que al vida sea así. Pero ése es un sumando. El otro está en que hay dolores que aliviar, rarezas que disimular, extravíos que perdonar, sacrificios que asumir. Sin esa partida, el matrimonio constituiría una bonita manifestación de animalidad. El cónyuge que no sabe dispensar un yerro, sacrificar un gusto y olvidar una ofensa, es como el médico que escapa del pueblo donde se ha presentado la epidemia.

Vamos ahora con otro aspecto del negocio. Hasta aquí te he hablado de los sentimientos individuales, y el matrimonio es mucho más que eso, porque es la base de la familia. Fíjate bien, la familia. Y la familia no es papá, más mamá, más Pepito, más Juanito, más Lolita, sino una fusión de todos ellos en una entidad superior y distinta, que es el verdadero fundamento de la sociedad. Los pueblos no tienen su apoyo en los individuos sueltos, porque los fines de éstos son muy limitados, sino en los hogares donde se cumplen todos esos mismos fines, y, además, otros como la procreación, la educación, la formación de patrimonios colectivos, la transmisión de los prestigios profesionales, la hospitalidad, la ejemplaridad y otros mil que fácilmente agregarás a este catálogo.

De modo que, en cuanto se forma la familia, brota con ella un conjunto de obligaciones morales, complejísimas y trascendentales. Ya no hay ni yo, sino todos nosotros. Estas dos palabrejas son un núcleo social y un contenido histórico. ¿A ti te parece bien que eso se pueda deshacer por la falta de uno de los cónyuges o por la manía del otro? Pues a mí, no. Ni siquiera para que nadie rehaga su vida.

Mucho me molesta que se me desportille un plato, mas no se me ocurrirá que el remedio esté en hacer añicos la vajilla...

jueves, 21 de agosto de 2008

UGANDA, CON "ABSTINENCIA" DERROTANDO AL SIDA


(Arvo.net, 2008-08-15)


Lo dijo un ministro italiano, lleno de sentido común, hace ya unos años. Pero fue como si hablara sólo para sordos. Sus palabras se las llevó el viento, aunque los hechos le han dado la razón.

No es un secreto para nadie que el Bajo Sahara africano es víctima de una extendida epidemia del SIDA. Las estadísticas publicadas en 2006 por la UNAIDS (Programas de Naciones Unidas en HIV/SIDA), estiman que 24.5 millones de personas en esa región eran seropositivos a finales del 2005, con 2.7 millones de nuevos casos solamente en ese año.

Desesperados por detener la propagación de esta enfermedad, que va camino de convertirse en la plaga más destructiva de todos los tiempos, los países de África golpeados por el SIDA han mirado hacia Occidente. Sin embargo la asistencia que han recibido parece haber sido más dañina que buena. Las agencias de ayuda de Occidente, dominadas por una mentalidad secular, han bombardeado el continente con programas liberales de educación sexual y condones, ha escrito Colin Mason, Director de Comunicación del Population Research Institute.

De acuerdo con la UNAIDS, los índices de infecciones de HIV en África siguen aumentando, lo que sugiere que dichos programas, en vez de frenar la propagación de la enfermedad, realmente están contribuyendo a transmitirla alentando un comportamiento arriesgado. Se ha explicado en foros internacionales especializados. Pero sus representantes fueron abucheados por los interesados en mantener el “statu quo” actual.

Sólo un país africano, Uganda, ha combatido con éxito el SIDA. El índice de VIH prevalente ha bajado drásticamente en los últimos años. En 1992 más del 18% de la población adulta sometida a análisis resultó positiva en la prueba del virus del SIDA. A finales del 2005, sólo el 6.7% resultó positiva. Ningún otro país ha experimentado un descenso comparable a éste.

¿Cómo lo consiguió en tan poco tiempo? Las entidades de Occidente que brindan ayuda, ansiosas por justificar sus programas, falsamente atribuyen este descenso a la educación sexual y al uso del condón. Sin embargo, los mismos ugandeses cuentan una historia mucho más sencilla. Una historia que puede ser resumida en una sola palabra: abstinencia.

Pero ya se sabe que no hay peor ciego que el que no quiere ver? El héroe anónimo de la victoria de Uganda sobre el SIDA es una monja católica llamada hermana Miriam Duggan, M.D. En los inicios de la lucha contra esta mortal enfermedad ella desarrolló un programa llamado “Educación para la Vida”, que alienta a las personas a vivir la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. Educando a las personas acerca de los peligros de la promiscuidad sexual y sus mortales consecuencias, “Educación para la Vida” ha ayudado a cambiar la mentalidad de la gente de Uganda. Ella y sus colaboradores insisten en que este programa, junto con la buena disposición del gobierno para aceptar la educación de la abstinencia, es lo que ha ayudado a reducir la epidemia del SIDA en Uganda.

-“Pienso que en la actualidad debe ser muy confuso para los jóvenes responder a la pregunta: ¿qué camino debería tomar”?, dice Thandi Hadebe, un educador del programa Educación para la Vida. -“Y es aquí donde pienso que fallamos con nuestros jóvenes; porque damos mucha información contradictoria”.

Hadebe culpa de la epidemia del SIDA a la promoción indiscriminada del condón y a los diversos mensajes de “sexo seguro” que envían los educadores. Contra los desafíos, han puesto en marcha iniciativas novedosas, con imaginación: Educación para la Vida ensaya una aproximación diferente. “Enfatizamos el aspecto de la libertad como parte de ellos, y que pueden usarla para protegerse”, dice Fr. Andrew Shjngange, otro educador en el programa.

Un nuevo documental llamado ¿El cambio, ya empezó? celebra esta victoria de la vida y el sentido común. Desarrollado por el obispo Hugo Slattery, de la diócesis de Tzaneen (Sudáfrica), este documental cuenta la historia de la hermana Miriam y explica cómo funciona en la práctica su programa. En él, el obispo Slattery describe el trabajo de organizaciones basadas en la fe que tratan con las consecuencias sociales del VIH/SIDA. Como es lógico, es la gente de fe la que es heroicamente solidaria con los infectados en sus hogares, y el personal de los orfanatos llenos de huérfanos y niños llorando.

Puestos a hablar con conocimiento de causa, pocas personas conocen mejor que el obispo Slattery los problemas de la epidemia del VIH/SIDA. El índice de adultos con VIH en Sudáfrica era del 18.8% al final del 2005, casi el mismo que en Uganda hace 15 años. El programa “Educación para la Vida” ha sido introducido en su diócesis y se extendió a lo largo de toda Sudáfrica. El asombroso éxito de Uganda en combatir la propagación del SIDA puede ser atribuido a esta revolucionaria aproximación al problema: a través de la promoción de la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él.

Debería imponerse el realismo a la ideología disfrazada de mercantilismo: “(El SIDA) es una amenaza para toda la civilización, es una amenaza para nuestro futuro, es un asunto que nos mueve a preguntarnos: ¿habrá nuevas generaciones aquí en el futuro”?, dice el Obispo Slattery.

“Suena pesimista visto de esa forma pero, en realidad, el problema es muy grave, si ves las estadísticas”. “Se hace cada vez más evidente día a día que la obsesión del mundo occidental por la promoción del condón está estorbando severamente los esfuerzos de los países africanos para manejar efectivamente el VIH/SIDA”, dice el Obispo Slattery. “El único país que muestra un progreso real combatiendo contra esta enfermedad es Uganda” a través de la promoción de la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad dentro del matrimonio.
El mundo occidental rehúsa aceptar y destacar este tremendo logro. Por el contrario, están haciendo todo lo posible por arruinarlo usando todos los medios disponibles para promover el condón en este país, contra el deseo de los líderes de su gobierno. ¿Habrá alguien en UNAIDS que esté al tanto de todo esto?

martes, 19 de agosto de 2008

ECHAR LAS CULPAS

Alfonso Aguiló

"El Caballero de la Armadura Oxidada" es un sorprendente best-seller de Robert Fisher que se vende por millones en Estados Unidos y que en España lleva ya más de cuarenta ediciones. Es un relato de fantasía adulta, cuyo protagonista es un ejemplar caballero medieval que "cuando no estaba luchando en una batalla, matando dragones o rescatando damiselas, estaba ocupado probándose su armadura y admirando su brillo".

El éxito del libro está en que simboliza nuestra ascensión por la montaña de la vida y hace certeras observaciones sobre la conducta humana.

Nuestro caballero se había enamorado hasta tal punto de su armadura que se la empezó a poner para cenar, y a menudo para dormir. Después de un tiempo, ya no se tomaba la molestia de quitársela para nada. Su mujer estaba cada vez más harta de no poder ver el rostro de su marido, y de dormir mal por culpa del ruido metálico de la armadura.

La situación llega a ser tan insostenible para la desdichada familia que nuestro caballero decide finalmente quitarse la armadura. Es entonces cuando descubre que, después de tanto tiempo encerrado en ella, está totalmente atascada y no puede quitársela. Marcha entonces en busca del mago Merlín, que le muestra un sendero estrecho y empinado como la única solución para liberarse de aquel curioso encierro. Se trata del sendero de la verdad, y decide tomarlo de inmediato, pues se da cuenta de que si no se lanza puede cambiar pronto de opinión.

Tiene que superar diversas pruebas
En una de ellas comprueba que apenas se había ganado el afecto de su hijo, y eso le hace llorar amargamente. La sorpresa llega a la mañana siguiente, cuando ve que la armadura se ha oxidado como consecuencia de las lágrimas, y parte de ella se ha desencajado y caído. Su llanto había comenzado a liberarle.

Culpable de sus errores
Más adelante, con ocasión de otras pruebas, advierte que durante años no había querido admitir las cosas que hacía mal. Había preferido culpar siempre a los demás. Se había comportado de manera ingrata con su mujer y su hijo. Había sido muy injusto. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas cada vez con más profusión. Había necesitado a su mujer y a su hijo, pero apenas los había amado. En el fondo, se consideraba en poco a sí mismo, y eso le hacía comportarse de una forma poco natural, con idea de ganarse así la consideración de los demás, y por eso resultaba orgulloso y altivo.

Había puesto una armadura invisible entre él y su verdadero modo de ser, y le estaba aprisionando. Una armadura que "ha estado ahí durante tanto tiempo —le decía Merlín—, que al final se ha hecho visible y permanente".

Recordó todas las cosas de su vida de las que había culpado a su madre, a su padre, a sus profesores, a su mujer, a su hijo, a sus amigos y a todos los demás. Por primera vez en muchos años, contempló su vida con claridad, sin juzgar y sin excusarse. En ese instante, aceptó toda su responsabilidad. A partir de ese momento, nunca más culparía a nada ni a nadie de sus propios errores. El reconocimiento de que él era la causa de sus problemas, y no la víctima, le dio una nueva sensación de poder. Ya no tenía miedo. Le sobrevino una desconocida sensación de calma. "Casi muero por las lágrimas que no derramé", pensó.

Es fácil culpar a otros
Todos solemos poner en nuestra vida barreras ante los demás, y un día nos damos cuenta de que estamos atrapados tras esas barreras y nos resulta difícil salir. Por eso, la sabiduría de vivir está, en buena medida, en conocerse lo suficiente a uno mismo como para saber cuándo y cómo ha quedado uno atrapado. De lo contrario, la voluntad se hará cada día más débil, y la habilidad para engañarse, cada día más fuerte. Buscaremos la culpa en los demás, alimentando un orgullo que poco podrá ayudarnos, y quizás luchemos contra todos para no luchar contra nosotros mismos.

Nuestro caballero tenía que quitarse la armadura para enfrentarse a la verdad sobre su vida. Se lo habían dicho muchas veces, pero siempre había rechazado esa idea como una ofensa, tomando la verdad como un insulto. Y hasta que no reconoció sus errores y lloró por ellos, no consiguió liberarse del encerramiento al que a sí mismo se había sometido.
Encontrar escapatorias cuando no se quiere mirar dentro de uno mismo es la cosa más fácil del mundo. Siempre hay culpas exteriores, y hace falta mucha valentía para aceptar que la responsabilidad es nuestra. Pero esa es la única manera de avanzar, aunque sea un recorrido siempre cuesta arriba. Como decía la protagonista de aquella novela de Susanna Tamaro, "cada vez que, al crecer, tengas ganas de convertir las cosas equivocadas en cosas justas, recuerda que la primera revolución que hay que realizar es dentro de uno mismo, la primera y la más importante. Luchar por una idea sin tener una idea de uno mismo es una de las cosas más peligrosas que se pueden hacer."

sábado, 16 de agosto de 2008

LA ELEGANCIA

por María Gil-Casares Gasset

www.trozosdevidas.blogspot.com



Encontré este artículo en el blog de María Gil-Casares, me pareció tan bueno que me lo tuve que robar y lo coloco tal cual:





He leído varias definiciones sobre la elegancia y, en mi opinión son incompletas. Cómo se puede definir:


- la elegancia de saber callar en el momento oportuno


- la elegancia de estar a la altura de las circunstancias


- la elegancia en el andar


- la elegancia de no figurar y no llamar la atención


-la elegancia de haber hecho un trabajo para que se luzca otra persona


- la elegancia de escuchar como el otro quiere ser escuchado...


- La elegancia en el vestir


Decía Coco Chanel que la elegancia es eterna mientras que la moda es pasajera. Cada época, tiene cánones de elegancia que responden a la sensibilidad estética del momento, sin embargo, una persona anticuada nunca es elegante porque la elegancia siempre tiene un toque de vanguardismo. Y aunque la moda no sea una garantía de belleza, tampoco lo clásico tiene ese privilegio; por otro lado debemos recordar que lo más llamativo o lo más ostentoso nunca será lo más elegante.


Sólo he encontrado, a través de un blog, un libro de M.A. Martí: Elegancia, El perfume del espíritu, en el que sí se describe bien la elegancia.


"La elegancia se crea en torno a un sello personal, a un estilo particular en el que puede estar presente la moda, pero en forma discreta; hay que evitar los estereotipos, lo muy común o popular porque siempre despersonalizan. Sólo las cosas se pueden hacer en serie, por eso son tan fáciles de manejar y terminan siendo aburridas; recuerde el dicho: conocido uno, conocidos todos. La elegancia es un bien adquirido, una conquista personal, es la cualidad humana que consiste en elegir lo mejor en base a la inteligencia y al conocimiento.


La elegancia como actitud se asocia con el silencio, con saber escuchar y callar, la persona elegante cuida lo que dice para no apabullar a los demás con palabrería exagerada y para no caer en comentarios inoportunos. La elegancia también está presente en el modo de llevar la conversación, en los temas que se tratan, en los que se omiten y, por supuesto, en el vocabulario que se utiliza. La forma de hablar de una persona dice más que su vestuario. A manera de conclusión, Martí afirma que la diferencia entre estar o ser elegante se lleva consigo porque vive en todo nuestro ser: en la manera de hablar, de moverse, en la expresión del rostro, en el vocabulario que utilizamos, en las prendas que elegimos, en los temas de conversación, en el modo como resolvemos las situaciones conflictivas, en el tono de la voz, en el respeto que manifestamos y en los detalles de educación."

viernes, 15 de agosto de 2008

La canción de la mamá (Mom's Overture)

Es cierto, y a veces hasta decimos más!!!

FERIA DE AGOSTO EN HONOR A LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN


El 15 de agosto se celebra la Virgen de la Asunción, patrona de la ciudad de Guatemala. Es nuestra FERIA TITULAR.

Este es un día de muchas tradiciones en nuestra ciudad, que ahora se están perdiendo, porque muchos ya ni saben por qué no van a ir a trabajar hoy.

AQUÍ se puede leer un poquito de historia de Guatemala, para que sepamos la verdadera razón de este feriado, a ver si logramos rescatar un poco las tradiciones y le vamos a dar gracias a la Santísima Virgen por proteger a nuestra Guatemala de la Asunción.

jueves, 14 de agosto de 2008

LO QUE SE PUEDE COMPRAR EN LAS CAJAS DEL SUPER...

Desde hace algunos años, el Congreso de Guatemala estipuló que en todos los anuncios publicitarios de licores y cigarrillos, así como sus empaques, se inscribiera la siguiente leyenda:


"SEGÚN EL DECRETO 90-94 ESTE PRODUCTO ES DAÑINO PARA LA SALUD DEL CONSUMIDOR"


Claro que esto no ha evitado que se vendan, pero ahora se penaliza a los establecimientos comerciales que sean sorprendidos facilitándole estos productos a menores de 18 años. Incluso los tienen en estantes especiales, bajo llave.

Y todo esto me parece muy bien, porque efectivamente SON dañinos para la salud del consumidor, y de las familias y amigos y cuanta gente esté en contacto con quienes están bajo los efectos del alcohol y humo del cigarrillo.

¿Y si un niño de 10 años quiere comprar un preservativo?



Ayer estábamos en la caja de un supermercado, mi hijo de 10 años pedía insistentemente que le compre un chocolate, o unos chicles, o unas gomitas..... o un preservativo???????

Parece broma de mal gusto, pero no, fue real. Claro que él no sabía lo que estaba pidiendo. Mi negativa hacia un chocolate, chicle, gomita, etc. en algún momento se vio acompañada de la frase: "no tengo dinero", y "está muy caro"...

Pero resulta, que en Guatemala, en las cajas de los supermercados, justamente al lado de los dulces, chicles y gomitas hay cajas de preservativos de todos los colores y sabores.... y además son MAS BARATOS que un chocolatito.... Entonces, un niño de 10 años que ve una cajita morada, que anuncia una sensación indescriptible con sabor a uva, y que vale bastante menos que un chocolate, no duda en tomar una cajita y pedirle a su mamá que le compre este nuevo chicle que además está a muy buen precio!!!!!!!

-Es que el mundo está lleno de promiscuidad, y los jóvenes son incapaces de controlarse.... entonces, mejor prevenir...

Está más que comprobado que con el auge de los "anticonceptivos" y preservativos, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos no deseados y las relaciones extramaritales no han disminuido. Al contrario, han aumentado exponencialmente, llegando a niveles alarmantes. (más info AQUÍ)

Soy partidaria de que la educación cariñosa y el buen ejemplo de los padres, logran mucho más que un condón.

-Es que somos muy afortunados en tener un "nivel" y un acceso a "educación", pero hay mucha gente pobre que viven como animales, y no tienen conocimientos de este tema, así que en lugar de que se llenen de hijos, pues les regalamos un montón de pastillas y preservativos....o las tenemos a la mano en los supermercados...

Estas personas, son eso, personas, no animales. Los que tenemos algo de conocimiento, tenemos también la responsabilidad y la obligación de compartirla y transmitirla a los demás, a los jóvenes, a la gente menos afortunada... pero claro, ¡eso no da dinero!

Tengo que reconocer que antes no pensaba así, la necesidad de sentir que uno está a la altura de los cambios de la sociedad moderna nos lleva a perder de vista cuáles son los verdaderos valores. (y ningún valor es gratis, ni fácil)

Últimamente he sido llamada RADICAL, por sostener estas ideas. Pero no he oído que se llame radical a ninguna mujer que se pasa días sin comer por bajar de peso, o a un corredor que se pasa horas y horas corriendo kilómetros, sin parar para superar una marca, ni se le llama radical a quienes se someten a anestesias y a tantos riesgos por hacerse una cirugía plástica para mejorar su apariencia.

La "libertad" de los fabricantes, anunciantes y distribuidores de estos productos, violan MI libertad como madre de explicarle a mi hijo qué es y para qué sirve un preservativo. Las leyendas de las cajas de condones violan MI libertad de explicarle a mi hijo que cuando encuentre una buena mujer con la que quiera pasar el resto de su vida, NO necesita "protegerse" de ella... Violan MI libertad de que mi hijo entienda que el Amor (con MAYÚSCULAS) es superior a lo físico, y que es mejor esperar...

¿soy RADICAL? tal vez.... no se puede ser menos que radical cuando se está realmente convencido de algo ¡y me siento muy orgullosa de serlo!

domingo, 10 de agosto de 2008

ESTUDIO INDICA QUE LA TELEVISION LIMITA EL DIALOGO ENTRE MADRES E HIJOS

Los niños pequeños expuestos a la televisión y videos en hogares de bajos niveles socioeconómicos son propensos a tener limitadas interacciones verbales con sus madres, según un estudio que publica hoy la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine.
"La televisión educativa no es una solución", afirmó Alan Mendelsohn, director de investigación clínica en el Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina, en la Universidad de Nueva York. Cuando el televisor está encendido con cualquier tipo de programas o mientras corre el video el contacto verbal entre padres e infantes es limitado, determinó el estudio.
La investigación mostró, asimismo, que cuando los programas son educativos y los miran juntos la madre y los hijos aumenta un poco la interacción. Sin embargo, el estudio señaló que la programación llamada educativa no promueve las situaciones en que padres e hijos miran juntos la televisión, de modo que no contribuye demasiado a la interacción verbal.
Lo que ocurre, con frecuencia, es que la madre enciende el televisor para que los niños se entretengan con los programas educativos mientras ella se ocupa de otras tareas de la casa, señalaron los especialistas. "Nuestras conclusiones son especialmente significativas porque las interacciones de padres e hijos tienen ramificaciones enormes para el desarrollo infantil temprano así como para el avance escolar y el éxito durante la adolescencia", señaló Mendelsohn.
Debido a sus conclusiones el estudio sustenta la recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría para que no se permita que los niños y niñas menores de dos años miren la televisión.
La Fundación Familiar Kaiser, en otro estudio, determinó que el 61 por ciento de los niños menores de dos años de edad está expuesto a la televisión en Estados Unidos. El estudio de la Universidad de Nueva York indicó que el 97 por ciento de los niños de seis meses de edad están expuestos a la televisión o la radio en una tasa media de dos horas por día.
Las conclusiones de ese trabajo también tienen implicaciones para los médicos y otro personal de asistencia de la salud que trabajan con padres y madres de niños pequeños, muchos de los cuales están expuestos a la televisión y los videos, afirmó Mendelsohn.
El estudio aconsejó que los pediatras y otro personal médico que atiende a los niños recojan información sobre este aspecto de la vida de sus pacientes, con datos sobre el tiempo de exposición a los medios y el tipo de programación. Asimismo, recomendó que cuando haya probabilidades de que continúe esa exposición los padres y madres permitan que sus hijos vean solamente programas educativos, y mientras el padre o la madre estén presentes.
Mendelsohn dijo que los médicos pediatras deberían alentar a los progenitores para que aumenten su interacción verbal con los niños durante las actividades diarias aparte de la exposición a los medios, como puede ocurrir durante las comidas, los ratos de juego, o las lecturas.
"Lo que nos preocupa es que los padres y madres consideren los programas educativos solamente como una oportunidad para dejar a sus niños frente al televisor en lugar de sentarse a ver los programas con ellos, y hablar con los niños durante el programa", indicó Mendelsohn. "Una audiencia pasiva de programas de televisión no conduce a una interacción del infante y la madre", agregó.
Para mayor información, consultar el documento oficial en: http://archpedi.ama-assn.org/cgi/content/full/159/7/614

martes, 5 de agosto de 2008

¿CUANTO CUESTA UN MILAGRO?


Con dedicatoria especial a quienes ayudan a hacer milagros y a quienes se han beneficiado por ellos.

Una pequeña niña fue a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet. Esparció su contenido en el suelo contó con cuidado. Tres veces, incluso. El total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.

Con cuidado regresó las monedas al frasco y cerrando la tapadera, salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó 6 cuadras hasta la Farmacia de Rexall, que tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.

Ella esperó pacientemente a que el farmacéutico le prestara atención, pero estaba muy ocupado por el momento. Tere movió sus pies para que rechinaran sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta lo mas fuerte que pudo. No sirvió de nada, finalmente tomó 25 centavos del frasco y tocó en el mostrador de cristal. ¡Con eso fue suficiente!


-"Y que es lo que quieres?" le preguntó el farmacéutico con tono de disgusto en la voz. "Estoy hablando con mi hermano que viene de Chicago no he visto en años"

-"Bueno" -dijo la niña-"quiero hablar contigo acerca de mi hermano" -Tere le contestó con el mismo tono de impaciencia "El está realmente muy, muy enfermo . . . y quiero comprar un milagro"

-"Perdón ?"-dijo el farmacéutico.

-"Su nombre es Andrés y algo malo ha estado creciendo en su cabeza y mi papi dice que solo un milagro puede salvarlo. Ahora dime, ¿cuánto cuesta un milagro?"

-"Nosotros no vendemos milagros aquí, chiquita.Lo siento pero no puedo ayudarte" -dijo el farmacéutico, con voz suave.

-"Oye, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Sólo dime cuanto cuesta"


El hermano del farmacéutico que era un hombre muy bien vestido, intervino y le preguntó a la niñita, "Que clase de milagro necesita tu hermano?''

-"No sé", replicó Tere, con los ojos muy abiertos. "Yo solo se que está muy enfermo y mi mami dice que necesita una operación. Pero mi papi no puede pagarla, por eso quiero usar mi dinero''

-"Cuánto tienes?" -le preguntó el hombre de Chicago
-"Un dólar con once centavos" -contestó Tere, apenas audible -"
Y ese es todo el dinero
que tengo, pero puedo conseguir mas si es necesrio''

-"Bueno, que coincidencia", sonrió el hombre. -"Un dólar y once centavos el precio exacto de un milagro para los hermanitos".

El tomó el dinero en sus manos y con la otra sostuvo su manita enguantada y dijo -"Lleváme a donde vives. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres.Veamos si tengo el milagro que necesitas".

Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especializado en neuro-cirujía.

La operación fue completamente gratis y sin cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que Andrés regreso sano a casa.

Mami y papi comentaron felices de la cadena de eventos que les trajo a todo esto.

-"Esa cirugía", susurraba su madre, "fue un milagro real. Ya me imagino cuanto podría costar?"

Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuanto cuesta un milagro. . . un dólar con once centavos mas la fe de una chiquilla.

En nuestras vidas nunca sabemos cuantos milagros vamos a necesitar.


Un milagro no es la suspención de una ley natural sino la implementación de una ley superior.