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jueves, 16 de diciembre de 2010

DEL BLOG DE "HISTORIAS DEL METRO"

Lo que pongo a continuación es un post de un blog vecino que se llama HISTORIAS DEL METRO.  Hoy en Misa el sacerdote decía que a una madre embarazada le cambia la cara, porque resplandece al ser instrumento de Dios para dar vida... en este testimonio se puede apreciar ese resplandor.


Llegué a mi Centro de Salud expectante. 
Me atendió mi doctora de Medicina General. 
“¿Qué te pasa?”. 
“Pues que estoy embarazada”. 
“Ah, entonces no estás enferma, muy bien”. 
La doctora comenzó a rellenar un impreso con mis datos. Al parecer, para la matrona. “¿Es deseado?”, me preguntó. 
“Por supuesto. ¿No es un hijo siempre deseado?”, le contesté yo.
“No, fía”, me dijo, hablándome coloquialmente, como se hace aquí en Asturias. Y se sonrió (probablemente situándome en una galaxia paralela).
Me dio unos papeles y me envió a la matrona. Mientras esperaba mi turno, me puse a leer. Allí, al lado de mi nombre, estaba mi “diagnóstico”: “Embarazo deseado”.
Pensé en cuántas ocasiones el impreso pondría “Embarazo no deseado”. 
Si un embarazo, en realidad es un pequeño bebé desarrollándose en el vientre de su madre, lo que también podríamos escribir es “bebé precioso, rubito, delicado y cariñoso, no deseado”. O lo que es lo mismo, pero más breve y aséptico “hijo no deseado”. “Persona non grata” en este cuerpo de madre.
Me pregunto cómo asimilar que tus padres no te quieren, que vienes mal en ese momento porque no hay tiempo para ti, porque tu madre no puede hacerse cargo de una responsabilidad como tú… Me pregunto cuánto dolor se puede llegar a sufrir cuando uno no es querido en el ámbito más íntimo y más afortunado que se puede tener: tu propia familia. Me imagino unos daños emocionales que pasarían factura toda una vida. He visto personas, con situaciones menos traumáticas, ser incapaces de llevar una vida normal, sólo por sus carencias afectivas.
Al cabo de unos minutos, pude pasar con la matrona. Al ser “embarazo deseado”, no hubo grandes preguntas. 
“¿Es el primero?”
“No, el segundo”.
“Ah, bueno, entonces ya sabes de qué va esto”…
(Sólo relativamente, pensé yo. Me siento tan primeriza como hace dos años).
“¿Debería de tomar ácido fólico, verdad?”, le pregunté. 
“Eso tenías que haberlo hecho cuando planificaste tu embarazo, vida, hace seis o cuatro meses”. 
“Yo no planifico mis embarazos”, le contesté con voz de ultratumba. Estaba siendo una dosis de realidad brutal. Sólo me faltó decirle “Mis hijos son un regalo de Dios, señora matrona”. Quizá fui una cobarde. Quizá no quise obligarla a tener que tomarse un calmante con semejante afirmación. 
Cuánta gente planifica tener hijos y no lo consigue. Infundir vida no está en nuestras manos, aunque lo parezca. Siempre respeto todas las posturas, especialmente en lo que a hijos se refiere. Pero al mismo tiempo siempre me ha llamado la atención quien planifica tener un hijo, justo después de la televisión de plasma, la casa decorada en estilo minimalista y haber dado la vuelta al mundo. “Y ahora ¿qué nos queda? Ah, tener un hijo”. 
Bien por ellos. Yo, prefiero el caos encantador de tener una familia con dificultades, sin muchos muebles, eso sí, con muchos nervios "económicos", pero abandonada en las manos de Dios. Muchos pensarán que “así nos va”. Y quizá tengan razón. Quizá, desde luego no era el mejor momento... Pero yo creo que, a la larga, habrá premio. En todo caso, nosotros estamos encantados con este nuevo regalo que se nos ha dado.

viernes, 15 de octubre de 2010

SOCIEDAD GUATEMALTECA DE PADRES MALOS

QUERIDO HIJO: 

           Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa obedecerás tus propias reglas. Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu padre, tú no votaste por mí. Somos padre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel del padre.
        
            No soy tu cuate, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros. Soy tu padre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!. 
            
             También soy tu amigo, pero estamos en niveles completamente distintos. En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo, mientras tanto confía en mí... 
        
                                                                                     Tu Padre 





        
GRAN PARTE DEL PROBLEMA QUE ESTAMOS VIVIENDO ES GRACIAS A TANTO PAPA BUENA ONDA, 
        
        
        Responsabilidad, Honor, Vergüenza, Respeto, Principios Elementales.
        
        

        Bueno, pero... ¿Qué nos pasa? Qué es lo que nos hace suponer, que alguien más tiene la responsabilidad de cuidar de nuestros hijos, si nosotros, que se supone que somos los que más los amamos, no queremos tomar esa responsabilidad? 
          
         Es ridículo ver esas mesas redondas, en las cuales funcionarios públicos, dueños de bares y discotecas, miembros de comités ciudadanos y medios de comunicación se culpan unos a otros por algo que no es más que falta de responsabilidad de nosotros los padres. 
            
         Que si en los bares le venden alcohol a menores; que si los agentes de tránsito reciben sobornos, que si no cierran estos lugares a la hora señalada, que los jóvenes salen de estos lugares "totalmente borrachos". ¿Pero en dónde están los padres de éste menor que tomó más de la cuenta? ¿Quién lo recibe en su casa a esas horas y en ese estado? ¿Quién le dio el dinero para entrar en el bar, para el alcohol y para el soborno? ¿Dónde están los padres que le dieron el carro a un menor que no es capaz de hacerse responsable y maneja aunque esté tomado?
        
          ¡Por favor! En qué piensan los padres de esos jóvenes que salen de su casa a las 11 de la noche, habiendo empezado a tomar desde la tarde, durante el partido de Tigres o de Rayados? 
        
          ¿Y qué están pensando los padres de la jovencita de 16 ó 17 años, que va a conseguir jalón de regreso con la mamá de fulanita, sin querer enterarse de que esa mamá ni siquiera está en la ciudad?
        
        Por qué queremos pasarles la responsabilidad de decidir en manos de quién ponen su vida si todavía no son capaces de decidir de qué color pintarse el pelo, hoy con rayitos, mañana mejor negro.
        
           Porqué les damos permiso a nuestras hijas de irse a dormir después de la disco a casa de una amiga y les cargamos la responsabilidad de llevarlas a los novios de 19 ó 20 años, quién sabe a qué hora y no sabemos ni cómo, pues puede ser que tome de más ¿Porqué queremos creer que son maduros y responsables si nosotros mismos no lo estamos siendo? Nos volvemos ciegos a los peligros por comodidad, nos hacemos los "buena onda", "es que yo sí le tengo confianza a mi hija".
        
        Lo que tenemos es miedo y pereza, no queremos actuar como padres.
        
       Nuestros hijos no necesitan que seamos sus amigos... Ellos ya tienen un montón de amigos, de su edad.
        
    Nuestros hijos necesitan padres valientes y responsables, que fundamenten principios básicos, que pongan reglas y luego estén ahí para ver que se cumplan.
        
            ¿Cómo va a depender la seguridad de mi hijo del barman de una discoteca?? o del agente de tránsito, o si el dueño de la disco no cumple la ley y cierra a las 6:00 a.m. en lugar de a las 1:00 a.m.?
        
            Yo creo que sí debería de haber un horario, "pero el que los padres pongan en su casa" independientemente de la hora que cierren los bares. 
          
        ¿De qué tenemos miedo, Papás?
        
        ¿Porqué no podemos poner reglas?
        
        ¿Porqué no podemos exigir que se cumplan?
        
        ¿Porqué abandonamos a nuestros hijos en busca de nuestras propias comodidades?
        Si los jóvenes no necesitaran guía, si no necesitaran límites, ni autoridad a quién respetar...no existiríamos los padres. 
        Se nos encomendó una misión muy especial, la más grande: colaborar con Dios en la Creación y es a nosotros a quien se nos pedirá cuentas por nuestros hijos; no al dueño del bar, ni al amigo de nuestro hijo que iba conduciendo borracho cuando chocaron, ni al novio que se está luciendo de lo rápido que maneja y lo bien que "controla" el auto aún estando borracho, ni al policía, ni al maestro...¡ 
        a nadie más!
          
        Nunca, nadie podrá hacer que nuestros hijos regresen a casa a tiempo y a salvo, si nosotros no podemos hacerlo. No existe ley, ni horario, ni funcionario capaz de hacer por nuestros hijos, lo que nosotros no queremos hacer.
          
        ACTUAR COMO PADRES es muy difícil, y claro, oír de ellos "es que todos te tienen miedo, papá",  pues no importa!
        
        No estamos en campaña de elecciones para ser el papá más popular del año, pues ya cada quién tiene el padre que le tocó y sería estúpido poner en peligro la seguridad de nuestros hijos por quedar bien y caerles bien a sus amigos y aún más estúpido utilizar a nuestros hijos como instrumentos de venganza hacia nuestras fallidas relaciones en esta época de tantos padres divorciados.
          
        Es horrible oír de muertes de muchachos así, que han tenido la desgracia de toparse con esos otros jóvenes, hijos de padres "buena onda". Incluso oír de muertes de niños por accidentes o asesinatos que no han estado al cuidado de su papá y/o mamá. Es increíble ver a los niños(as) jugando SOLOS en la calle sin ningún cuidado y es increíble ver a nuestros jóvenes metidos en los bares durante todo el fin de semana tomando y en muchas ocasiones drogándose ya sea por voluntad propia y/o  propiciados por tanta gente sin moral y sin escrúpulos
          
        No estaría mal ganarnos el respeto de nuestros hijos, tomando las riendas de su vida, haciéndonos responsables de su hora de llegada, de lo que toman, de sus calificaciones, haciéndoles saber lo que esperamos de ellos y creando los medios para ayudarles en su lucha para conseguirlo. 
        
        Pongamos los pies sobre la tierra, seamos concientes...
        
        Los jóvenes y niños, lo único que necesitan, es que ACTUEMOS COMO PADRES!
        
        "SOCIEDAD GUATEMALTECA DE PADRES MALOS"...     ¡PERO QUE QUEREMOS A NUESTROS HIJOS!
          
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lunes, 27 de septiembre de 2010

CASADA Y CON HIJOS

www.almudi.org
viernes, 24 de septiembre de 2010
Antonio Orozco Delclós


Dejo al lector el juicio sobre este raro espécimen llamado Lourdes.
Conversación con una madre de familia
Hay un país en la tierra que tiene un índice de natalidad del 1,3 y en algunas regiones suyas es aún más bajo. Significa esto que carece del relevo generacional necesario para garantizar Almudi.org - Familiaun futuro humano mínimamente satisfactorio. Lo previsible produce ciertos escalofríos. Ese país es España, a la cola de Europa. Y Europa, a la cola del mundo.
¿Cómo empezó la cosa? Indro Montanelli dice en su Historia de Roma, que la caída del Imperio comenzó con la corrupción de sus clases altas. El pescado —ilustra con un dicho italiano— siempre comienza a oler mal por la cabeza. A los romanos altos, les comenzaron a resultar incómodos los hijos y llegó el tiempo en que escasearon los hombres para el trabajo y para la guerra al extremo que la invasión bárbara fue poco menos que coser y cantar.
En un país como España, encontrarse con una mujer de 31 años con seis hijos, uno todavía en camino de ver la luz y el mayor de sólo 8 años, es como toparse con un espécimen extraterrestre. Es el caso que me ha acontecido con Lourdes Rivero, casada con Javier, de 36 años, militar, capitán ingeniero de construcción.
Sé que Lourdes no una excepción propiamente dicha, pero los índices están ahí. Dejaré al lector que juzgue por sí mismo sobre la rareza de esta señora y maestra.
Si me permite usted la pregunta, ¿a dónde van ustedes —usted y su marido—, con tantos hijos por esos mundos de Dios? ¿No se han enterado de que la paternidad ha de ser responsable?
Vamos a un sitio muy concreto. Me casé con Javier a los 22 años, al terminar los estudios de Magisterio, después de cinco años y un día de noviazgo. Entonces yo quería esperar un par de añitos a tener mi primer hijo, para disfrutar de una nueva vida, nuevas libertades, salir, entrar, viajar...
Pero no fue así: me casé un día de los Inocentes y Javi nació a los diez meses. Papá me decía:«cuando tengas tus propios hijos te darás cuenta de lo que te hemos querido tus padres». Tenía razón: cuando me pusieron a mi niño en mis brazos, sentí dentro algo que sólo una madre puede sentir: no hay palabras para expresarlo. Es una mezcla de ternura infinita, un amor que te quema las entrañas, tanto, tanto, tanto, que sólo puedes decir: ¡Gracias, Señor, por esto que no tiene nombre! ¡Gracias, Señor, por lo que me han querido mis padres! ¡Ahora lo comprendo!...
Pero he aquí que, de repente, me viene al corazón un sentimiento, una voz que me dice: «Yo te quiero muchísimo más que eso! Yo, Dios, te quiero con fortaleza de padre y ternura de madre!»Desde ese día cambió todo, todo. Empecé a entender qué significa de verdad "filiación divina", ser hijo de Dios. Y al comprender, más bien intuir el amor paternal de Dios, todo en mi vida lo veo bajo la luz del cariño de Dios: las alegrías, las penas, las cosas que no comprendo. Todo tiene sentido. Todo tiene un color diferente. Cualquier anécdota o suceso que tengo con mis hijos, me sirve de referencia para interpretar mi relación con Dios.
O sea, que, como Dios es un Padre tan bueno, todo maravilloso, ¿no?
Pues, no exactamente. Cuando Javi tenía un año, tuvo una gastroenteritis angustiosa: vomitaba y tenía mucha diarrea y muchísima sed. Yo sólo le podía dar una cucharadita de suero cada diez minutos. Era angustioso verle sufrir. Para él, lo único bueno era beber. Tenía mucha sed. Era "lícito""justo" beber agua... y yo no se la podía dar. Hubiera sido peor, porque si tomaba más, vomitaba de nuevo y era retroceder. ¡Cuántas veces he pedido y "exigido" a Dios cosas que me han parecido justas y razonables y no me las ha dado!
Por aquel entonces me quedé en estado de Luli. A mi marido y a mí nos hacía mucha ilusión. A los cuatro meses de embarazo me diagnosticaron toxoplasmosis. Por lo visto, es una infección sin importancia, pero conlleva un peligro: que si se contrae en los tres primeros meses de embarazo o en los tres últimos, puede afectar gravemente al bebé. Así que me advirtieron que tenía la infección y que además era muy alta; y que, siendo así, lo más probable es que la niña tuviera un 96 por ciento de posibilidades de ceguera o de malformaciones de corazón; y si no, costras calcáreas en el cráneo...
Un grave problema de responsabilidad, ¿no?
Tremendo. Mi primera reacción fue: llorar. Después, me planteé: ¿Qué quiero para mis hijos? Que vayan al Cielo. Siempre digo: ¡sano y santo! Si falta lo primero, lo segundo estará garantizado. Así Dios arrancó de mí un fiat! y me devolvió la paz, no sin preocupación, pero sabiéndome en sus manos.
¿Qué pasó con la niña?
Mire, está ahí, en la foto. Nació y ¡gracias a Dios!, perfectamente sana. Pero Dios me dejó un recuerdo... Todo el mundo, al verla —y aún más ahora—, me dicen: ¡qué ojos tan bonitos tiene esta niña, ¡llaman la atención! Y es verdad, Luli tiene unos ojos grandes, negros, profundos, limpios... Segunda lección: "Dios no se deja ganar en generosidad". Me arrancó el  que tanto me costaba dar y luego me premió con creces.
¿Cómo sigue la historia? ¿Ganó usted en sensatez o en insensatez?
Pasaron 21 meses y Dios nos regaló otra niña: Elenita, gordita, alegre, simpática, dulce. Siempre con su sonrisa picarona... Comprendo perfectamente lo que dice André Frossard: «Dios sabe contar sólo hasta uno». Cada hijo es único. Se le quiere como es y se le quiere todo.
Y la gente, ¿qué le decía esta vez?
Comenzó a sentirse con derecho a reñirme, porque ya estaba saliéndome del "canon preestablecido" (la parejita). Una señora por la calle, al verme con los tres pequeños me advirtió sobre "lo mal que están los tiempos". Le dije: «A mí me da igual. Sólo sé que cada hijo es un beso de Dios y ya van tres besazos, señora...»
A los veinte meses nació María. Se llama así, a secas y celebramos su santo el día de Santa María, Madre de Dios, porque el día que me enteré de que estaba embarazada era el día de la Anunciación. Entonces viví un embarazo muy cerca de la Virgen María, pensando que Ella sentiría lo mismo que yo: sueño, cansancio, molestias..., cómo hablaría con el Niño Jesús, cómo haría sus pañales, cómo prepararía sus sábanas...
Tanto lo imaginé que cuando llegó el día de ir al hospital para que naciera María, Javier me reñía:«¿pero a dónde crees que vas? ¡Vas a un parto!». Me lo decía porque mi maleta la llené con disfraces, alas doradas y cosas así, porque tenía la ilusión de hacer la fotografía de un belén viviente. Mire, aquí está: Javier es San José; Luli, la Virgen María; Elena, un ángel; y María, el Niño Jesús. Nació el 18 de diciembre y tras el esfuerzo de Javier (padre) pudimos mandar a todos una tarjeta de Navidad con este motivo.
Alguna gente ya se puso más rabiosa contra mí. Un día, en el parque, una señora me preguntó lo de si yo sabía sobre la paternidad responsable. Yo no me considero nada, pero sí creo que lucho por ser coherente —que no es fácil— y responsable: intuyo la gran importancia de lo que Dios me da prestado.
Sé que hay que tener los pies en el suelo, y sé que a la vez hay que confiar mucho en Dios. Si El lo manda, El sabe más. Y desde luego sé que si me lo manda es porque me dará fuerzas para sacarlo adelante con alegría y salero, aunque implique esfuerzo.
A la señora del parque me gustaría pedirle perdón, porque mi respuesta no fue muy correcta. Me salió del alma un «¿se cree que soy imbécil?», con un tono un poco elevado. Pero me gustaría también hacerle reflexionar sobre si no ha confundido en su corazón el concepto de "paternidad responsable" con el de "comodidad irresponsable". Creo —y no quiero juzgar a nadie— que de esto mucha gente sabe mucho.
Quizá los índices de natalidad tengan alguna significación, en este sentido. Pero, no estamos aquí para juzgar a nadie. ¿Usted tiene una idea concreta del número ideal de hijos para un matrimonio normal?
No es cuestión de un número. Es hacer en cada momento la Voluntad de Dios, aceptarla, amarla, ponerla en práctica, la que sea. Sean uno, o tres, o quince, o ninguno. Se trata de saberse querido y guiado por Nuestro Padre y olvidarnos de lo demás.
Javier terminó unos estudios y le iban a destinar. Creímos oportuno pensar que sería bueno que la llegada de un nuevo bebé se distanciase hasta que estuviéramos instalados en "algún lugar". Pero Dios decidió otra cosa mejor. Comenté con Javier: «El hombre propone y Dios dispone. Cuanto más inoportuno y más inesperado, más de Dios será».
Una amiga mía a la que quiero mucho, me decía: «¿Pero tú estás colgada?». Yo le dije: «Imagínate que eres hija de un gran rey, riquísimo; y que supieras que cada hijo tuyo fuera a ser heredero de la totalidad de ese reino, sin importar el número de hijos que tuvieras. La herencia sería la misma para todos. ¿Tú pondrías trabas a tener esos reyes en potencia? Cada hijo que tengo es hijo de Dios, heredero del Cielo, heredero de aquello que "ni ojo vio, ni oído oyó". ¿Quién soy yo para decidir quién va o no va? No puedo ser tan mezquina. Algo de lo que yo anhelo disfrutar, ¿cómo se lo voy a negar a alguien que, encima, voy a querer con todo mi corazón?»
El problema del traslado y de la vivienda se solucionó mucho mejor de lo que esperábamos. Una vez más, lección: lección número mil. Desde el "después" es desde donde se entiende el "antes". Dios sabe más. Ya estamos instalados en una casa grande, con sitio para todos, todos juntitos, con la vida más organizada, etcétera. Con cinco niños ya he cumplido, ¿no? La ingrata de mí se iba dando mil razones para decir basta, es decir, no, a la pregunta que Dios había sembrado dentro de mí y de Javier: «¿y por qué no otro?». ¡Pobre Dios! Ya me creía algo y seguía siendo la misma rácana del principio. Pero El, con su infinita paciencia y bondad me hacía pensar: «Quiero ése».
Pero usted ¿cómo oye a Dios?
Como tanta gente que le oye: no con los oídos. El sabe decir las cosas; sólo hay que querer escucharle y pedírselo. Y aunque nos costaba, volvió a arrancar nuestro fiat!. Digo "nuestro"porque Javier y yo hemos hablado siempre de todo y compartido estos sentimientos.
Así que el nuevo bebé que está con nosotros es —igual que todos— hijo de Dios. Pero me parece que "éste" es especialmente querido por Dios: éste y no otro posible es el que quiere Dios. Así que no me equivoco si añado que este hijo no es sólo un besazo de Dios, sino —cómo decirlo— mucho más. Y esto me llena de gozo.
Lourdes se disculpa por —según dice— el "rollo que me está colocando". Pero no sé si hemos llegado aún al fondo de su concepto de "responsabilidad", y le pido que profundice un poco más en el asunto.
¿No le parece frustrante, después de hacer una carrera con tanto esfuerzo, de tener peticiones de centros de enseñanza para trabajar fuera de casa en su profesión, encerrarse con cinco o seis niños en casa?
Esto mismo me decía una amiga que estudia periodismo. La comprendí perfectamente, aunque no comparto del todo su opinión. También hablábamos de lo horriblemente difícil que está la vida para los matrimonios jóvenes. El problema de la casa es real. En muchas ocasiones son necesarios dos sueldos y uno se va en el alquiler del piso o pago de hipotecas...
Todo esto es verdad y es una injusticia tremenda porque coarta la libertad de las personas. Es un problema político que habría que solucionar, con ayudas concretas. Pero también es cierto que hay un clima de desprestigio del trabajo de una madre de familia en su casa. Nos llaman "marujas".
A mí me encanta mi carrera de Magisterio, que es vocacional al cien por cien. Disfruto dando clase y me encanta la idea de formar personas. No descarto la idea de trabajar en ello el día de mañana y procuro reciclarme, estar al día en la medida de mis posibilidades. Pero he renunciado por ahora al Magisterio y no sólo no me arrepiento sino que cada día soy más feliz con esta decisión.
¿Por qué no se valora el trabajo en casa? Porque no se gana un duro. Hoy, por desgracia, está extendida la idea de "tanto ganas, tanto vales". Y en casa, desde luego, de "duros", nada. Pero estoy en casa, en primer lugar, porque creo que los niños de 0 a 3 años necesitan imprescindiblemente de la compañía de mamá. Es el tiempo de formar su personalidad, su seguridad, su afectividad. ¿No estamos dispuestos a dejarnos la hijuela por el mejor colegio? Pues para esa edad, esto que hago es mejor que Oxford o Harvard.
En segundo lugar, creo que así hago —lo intento al menos— hogar, para que cuando lleguen del colegio o (mi marido) del trabajo, tengan alguien que les quiere con locura, para escucharles, ayudarles, estar con ellos. Solamente escuchando se detectan muchos problemas, la influencia de las amistades, se está más "al loro" y hoy en día es muy importante. Hay que andar con "los pies de plomo".
Siendo algo apasionante ayudar como profesora a la formación de los hijos de los demás, me parece que lo es muchísimo más, formar a tus propios hijos. Dan unas alegrías enormes. Javi, a los tres años, me dijo una vez: —Mamá, ¿a que cuando comulgas, el alma se pone blanca. —Sí. -¡También se pone amarilla!. —¿Amarilla? ¿por qué?. —Porque Jesús es Dios y Dios creó la luz. Entonces, cuando comulgas, el alma se pone amarilla de luz... Y a los 5 años: —Mamá, ¿cómo entró Jesús en el seno de la Virgen?. Yo empecé a pensar cómo se lo explicaba, pero se me adelantó: —Ya lo sé yo: entró Dios en el seno de la Virgen y dijo: ¡Ahora me convierto en Niño!
Anécdotas de este estilo me hacen pensar en mi responsabilidad en la formación de mis hijos. Yo no sé qué será de su vida, pero me hacen reflexionar: «¿Y si estoy educando un futuro sacerdote, ¡otro Cristo!?» Es mucha responsabilidad. Insisto, no sé qué será de él, pero en todo caso estoy formando la sociedad de mañana. Tengo la misión de formar "sal de la tierra""luz" y "levadura" del mundo. Y también tengo la responsabilidad de rezar, para que cuando ellos hagan uso de su libertad, haya siempre en sus labios un fiat! (¡hágase!) a la Voluntad de Dios. Es apasionante y sobrecogedor.
En resumen: ¿Cansancio?: todo. ¿Paciencia?: a veces me falta. ¿Felicidad?: TODA. ¿Por qué? Porque sé que soy hija de Dios y estoy donde debo estar. Porque me ayuda dándome "no sé qué". Tengo Esperanza, Ilusión, Alegría y Fe. ¿Qué más puedo querer? Ningún día es igual a otro, aunque parezca todo lo contrario. Pero, no se crea, así no he pensado desde el primer día. Ni siquiera depende de mí pensar así. Todo esto me lo va descubriendo Dios día a día.
Dejo al lector el juicio sobre este raro espécímen llamado Lourdes. ¿Se trata de un fruto tardío de anacronismos irreversibles o de una anticipación del futuro, realidad de lo posible? Por si acaso, advirtamos al eventual lector poco avisado, que rehuya a personas como ésta, no vaya a ser que nos contagie su Fe, su Esperanza, su Amor y, sin querer, pulvericemos los materialismos y hedonismos al uso y nos hallemos de pronto en el alba de una nueva Humanidad llena de la alegría de vivir.

martes, 21 de septiembre de 2010

DEFENDAMOS LA VIDA!!!

Mañana 22 de septiembre de 2010, en el Hotel Raddisson Guatemala, habrá una conferencia de Prensa en la que se expondrá el siguiente Comunicado.  Es Muy importante que lo divulguemos, y DEFENDAMOS nuestros valores; la vida, la familia!!

Nos  encontramos esta mañana reunidos un grupo de hombres y mujeres guatemaltecos, con la representatividad de diversos sectores tanto económicos como sociales y profesionales.  Ante el hecho de no estar representados en la vida pública de esta nación, hemos convocado esta conferencia de prensa, profundamente convencidos, al igual que diversas entidades nacionales e internacionales, que la familia es el fundamento de TODA SOCIEDAD, y el núcleo base de donde debería nacer la educación, los valores morales y sociales y la formación integral de las personas que la conforman. Así mismo, las mujeres guatemaltecas denunciamos no estar representadas dentro del los autoproclamados grupos de  “Convergencia de Mujeres” “Sector Mujeres” o asociaciones como “Mujeres Medicas”,  quienes de alguna manera han pretendido reclamar ser la voz cantante del pueblo femenino de Guatemala, en los temas que más adelante comentaremos.
Exigimos que nuestro gobierno, como ente protector de nuestra constitución, !DEFIENDA LA MISMA! En concreto el articulo 3 el cual “garantiza y protege la VIDA”; vida de un ser humano guatemalteco, que empieza en la fecundación (unión de esperma y ovulo) y, que sin este primero y básico derecho, no existirían ninguno de los otros derechos. E igualmente que DEFIENDA A LA FAMILIA la cual, está siendo amenazada por el mismo Estado de una manera prepotente, quitándoles a los padres su derecho constitucional a educar a sus hijos.
El motivo entonces, de la presente conferencia de prensa,  es aclarar la desinformación que existe con respecto a lo que se está legislando y aprobando por el Congreso de la República, mediante grupos de interés que no cuentan con la representatividad de la mayoría de los guatemaltecos. Sabemos con certeza que estamos siendo víctimas  de la presión internacional  cuyo objeto es promover la agenda instaurada en otros países con respecto a la familia y la salud reproductiva, la cual, dicho sea de paso, incluye el aborto, lo cual es la eliminación de un nuevo ser humano ya concebido pero aun no nacido.
Como miembros de la sociedad civil afirmamos,  con el preámbulo de la Constitución Política de la República de Guatemala,  la primacía de el nuevo ser humano ya concebido, sujeto y fin del orden social; reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de la sociedad.  De allí la legitimidad  de nuestra iniciativa en pro del bien común, según se encuentra recogido y garantizado por nuestra Carta Magna, inspirada, como está, en los ideales de nuestras tradiciones y herencia cultural.
Por lo tanto, denunciamos ante el pueblo de Guatemala lo siguiente:
1.      Los guatemaltecos somos personas de valores, los que están resguardados bajo la tutela de nuestra Constitución.
2.     El Estado se está introduciendo a la Intimidad de la Familia, pasando por encima del derecho que tenemos como padres sobre la educación y el cuidado de nuestros hijos, llamado por Ley “Patria Potestad”.
3.     Bajo la Argumentación de disminuir la Mortalidad Materna y eliminar la pobreza de nuestro país, se invierten millones de Dólares en la mal llamada “planificación familiar” y “salud sexual y reproductiva”  ya que tiene como objetivo principal a los jóvenes, (quienes aún no forman su propia familia) con la idea de fomentar la promiscuidad y avanzar una agenda con ideologías homosexuales y egoístas.   
a.     Esto es vergonzoso y denigrante cuando las mujeres ni siquiera tienen servicios básicos para cuidarse de una gripe o brindarle salud básica a los hijos como por ejemplo agua potable e hidratación oral a la hora de una diarrea común.
b.     Cuando hablamos de Mortalidad materna tenemos que estar claros que las mujeres NO se están muriendo por estar embarazadas sino por falta de atención médica esencial durante el parto y post parto y por falta de carreteras para que puedan llegar a tiempo a los centros de salud, los cuales, dicho sea de paso, están pesimamente equipados de suministros básicos. Aún así, nuestras autoridades, prescinden, por ejemplo de antibióticos, pero se aseguran que el suministro y abastecimiento de abortivos este cubierto.  
c.      Se argumenta que las familias tienen muchos hijos y por eso son pobres y en vez de incentivar la economía para crear puestos de trabajo, se les esteriliza y reparten los mal llamados anticonceptivos y abortivos, dañando su salud y de todas maneras siguen siendo  pobres, con la diferencia que ahora son pobres y enfermas.
d.     ¿Quiénes se benefician de estas políticas? Existe una Industria Multimillonaria atrás de cada preservativo, el cual se trata de hacer creer a la población que es 100% seguro, sin serlo. Industrias de “anticonceptivos” y Dispositivos intrauterinos con fuertes influencias en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y gobiernos para mantener y fomentar estas políticas, para seguir enriqueciéndose a costa del control de  nuestra población y así mantener también poder sobre el control demográfico de nuestra gente a la que ven como una amenaza a su estilo de vida.
e.     Por estas políticas de Control poblacional se han promovido leyes de salud sexual y reproductiva, las cuales como ya mencionamos con anterioridad, incluyen el aborto, educación sexual obligatoria a partir de niños desde los 5 años de edad enseñándoles a “como masturbarse”, promoción de la homosexualidad, distribución gratuita y masiva de anticonceptivos abortivos y preservativos promoviendo la promiscuidad  entre niños y adolescentes.
f.       Nos indigna el hecho de que recientemente el gobierno, a través del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, está promoviendo una campaña, financiada con nuestros impuestos, en la cual se promociona la mal llamada ANTICONCEPCION DE EMERGENCIA. En esta se le administra a la mujer píldoras anticonceptivas orales con efecto abortivo, lo cual atenta contra el artículo 3 de nuestra constitución, puesto que puede acabar con la vida de un guatemalteco ya  concebido, evitando su implantación.   
g.     Aún más, el Gobierno de la República, a través del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, aprobó la venta de la Píldora del Día Después (PDD) cuya marca es Postinor-1 (levonorgestrel 1.5 mgs), la cual es una dosis que en un porcentaje de las mujeres puede producir el aborto, y se venden en cualquier farmacia sin ninguna limitación y omite información veraz al respecto en su hoja inserta, a pesar de que la misma droga está inscrita como Plan B en el ente regulador de Drogas y Alimentos de los Estados unidos de América (FDA por sus siglas en ingles) y describe claramente que “también impide la implantación del ovulo fecundado”, por lo que es un abortivo.
h.     Recientemente en Guatemala, se realizó el V Congreso Latinoamericano y I Congreso Centroamericano de Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos, el pasado 5 al 7 de mayo, en un hotel citadino, con el objetivo de concientizar y promocionar la despenalización del aborto en Guatemala, con el patrocinio y participación activa del Procurador de los Derechos Humanos, la Asociación de Mujeres Médicas, la Organización Feminista Tierra Viva, PASMO, Asociación de Ginecología y Obstetricia de Guatemala, IPPF y el Fondo de población de las Naciones Unidas (UNFPA) entre otros.
4.   Respecto a la reciente Ley de Maternidad Saludable (decreto 32-2010), es inaceptable que “cualquier trabajador del área de salud que se niegue a realizar lo que la ley obligatoriamente le impone, que atente contra sus valores y creencias, será penalizado con la inhabilitación para ejercer su profesión, atentando así contra su derecho a la objeción de conciencia.  (Artículos 419 y 420 del código penal).
5.   Denunciamos y alertamos a la población que el Congreso de la República está siendo influenciado por entidades internacionales y grupos con intereses muy particulares para la promoción de todas estas políticas. Especialmente hacemos saber que la Sra. Diputada Zury Rios Sosa, es la principal promotora de estas iniciativas y pertenece a APROFAM, que es la filial de la Federación de Paternidad Planificada Internacional (IPPF por sus siglas en ingles), que es la organización abortista más grande del mundo.
6.     Así mismo, denunciamos que la gran mayoría de préstamos que recibe nuestro gobierno, vienen condicionados para ser utilizados en programas de salud sexual y reproductiva por entidades como USAID, y los gobiernos de Canadá, Holanda, Suecia, Noruega,  España, Inglaterra, entre otros.  Así mismo, la ONU maneja el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en ingles) que apoya y promueve todos los programas de salud sexual y reproductiva y la distribución de la mal llamada ANTICONCEPCION DE EMERGENCIA que está en contra de nuestra constitución.
7.     Mujeres como Hilary Clinton que han declarado públicamente que no descansará hasta que el aborto sea legalizado en todo el mundo y que la salud sexual y reproductiva Sí incluye el aborto.
ACA VA LA DECLARACION DE LOS JOVENES

  1. Las mujeres jóvenes, personas que contamos con grandes sueños, ideales, metas, no queremos formar parte de una sociedad que nos robe…
9.     Por todo lo que denunciamos en este momento, queremos despertar al pueblo de Guatemala, de este adormecimiento indiferente, para que protejamos nuestras familias del abuso de estas organizaciones. Es lo mismo que cuando en nuestra casa tenemos una grieta en el techo que de no bloquearla a tiempo, con la lluvia, el agua y humedad se filtra lentamente hasta que nos causa goteras, hongos y enfermedades y si aún así no hacemos algo al respecto nos inunda la casa poniendo en peligro nuestras vidas y la vida de nuestras familias.  
Madres, padres y jóvenes, exijamos la protección de la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer  y la protección de este primer derecho, el derecho a la  Vida desde la concepción y así podamos genuinamente vivir en la anhelada paz que todos añoramos.  Si permitimos que se destruya la familia y que se acepte el aniquilamiento de un bebe en el vientre materno, ¿cómo queremos después ser un país no violento? ¿Qué nos detendría de matarnos el uno al otro? La paz debe empezar en casa: LA PAZ EMPIEZA EN EL VIENTRE.

jueves, 15 de abril de 2010

¡LA FAMILIA, IDIOTA, LA FAMILIA!

por María Las Heras

La familia es la solución. Ahora te cuento cuál es el problema. El problema es la delincuencia y los suicidios juveniles. El problema es el fracaso escolar, la falta de seguridad en las aulas, las rupturas matrimoniales y las enfermedades psíquicas. El problema es la violencia de género, las adicciones y el futuro del sistema de pensiones.. El problema es que hay una generación que no quiere trabajar, los llamados ni-ni, y otra que no encuentra trabajo. En total: casi 20 por ciento de desempleo. Y suma y sigue. Ahora ya te he dicho la solución. Y también el problema.

Sin embargo, ponemos parches en lugar de soluciones. El desorden y la violencia juvenil la intentamos contener habilitando espacios en los que realizar botellones masivos. Por supuesto lo que se consigue es sólo que el desorden se produzca en un espacio físico acotado, pero no erradicar los excesos, y la falta de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

La violencia de género queremos erradicarla con cuentos políticamente correctos en los que no hay violencia y caperucita ya no es una niña, sino un ser humano de género neutro. Cuentos en los que, dicho sea de paso, no hay niñas agredidas al precio de que tampoco haya héroes. El fracaso escolar se intenta atajar bajando el nivel académico, con lo que se consigue que nadie fracase al triste precio de que nadie aprenda.

Y la solución es la familia. Recientemente hubo en el IESE una nueva conferencia del Social Trends Institute, que promueve estudios académicos a nivel global. Una de sus publicaciones recoge investigaciones que lo muestran bien claro: los niños educados en una familia con padre y madre unidos en matrimonio —vamos, lo que suele llamarse una familia— tienen menor riesgo de vivir en situación de pobreza, de fracaso escolar, y de acceder a empleo precario. Esos niños tienen menor riesgo de mortalidad infantil, y de mayores son menos proclives a abusar de drogas y alcohol.

Y es que ya lo dice el secretario de Estado británico para la Infancia, las Escuelas y la Familia en su informe del 2010: «Las familias fuertes y estables son la columna vertebral de nuestra sociedad. La familia provee a nuestros niños del amor y seguridad que necesitan para crecer y para explorar el mundo. Les dan la guía moral y la inspiración necesarias para conseguir su máximo potencial y para ser ciudadanos ejemplares».

En la familia se aprende que la justicia en las relaciones interpersonales no es suficiente para llegar a la plenitud. En la familia recibimos cuando no somos capaces de dar. Damos cuando el otro no será capaz de reciprocar a nuestro don. Y esto nos enseña, porque si en la sociedad sólo se vive la justicia... es una injusticia. Porque se maltrata a los más débiles. Porque abortamos a los enfermos. Y por ello aprobamos leyes que con un triste eufemismo denominamos de sedación terminal a la carta.

Recientemente leí que la familia es la cuna en la que recibimos la vida y el lugar donde renacemos continuamente por el amor. La idea puede ser tachada de cursi. Pero debe ser interiorizada por certera. En un país donde buscamos la eterna juventud, mejor facilitemos el desarrollo de familias fuertes donde cada uno sea capaz de renacer continuamente.