"Se habla de Blood money, una película documental sobre el aborto que nuestras autoridades consideran no recomendable para menores de 18 años. Con dos años menos, las niñas podrán abortar sin permiso de sus padres; pero, según parece, es preferible que no sepan lo que hacen.
Ante semejante alarde de hipocresía uno tiene derecho a preguntarse si los políticos que fomentan la masacre no estarán también implicados directamente en este sucio negocio de muerte." Enrique Monasterio
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