jueves, 30 de octubre de 2008

SER RE-CATOLICO...


Hace algunos días un amigo se disculpó conmigo por haber hecho un comentario en el que hacía incapié en que yo hago ciertas cosas porque soy "re-católica". Me dio un poco de risa, pues yo no soy sino simplemente CATÓLICA, además, la verdad tampoco vivo mi fe como debería, aunque lo intento.

Alguien puede hacer deporte o ser deportista, escribir de vez en cuando algún garabato o ser escritor, ó incluso cantar en privado o ser cantante. Lo cierto es que un deportista, un escritor o un cantante no son en cierto momento "re-deportista", "re-escritor" o "re-cantante". Ellos son lo que son, en todo momento, aún cuando no están haciendo deporte, escribiendo o cantando. Osea que la fe no es algo que HACEMOS sino algo que SOMOS.


Pero, ¿Qué significa ser RE-CATOLICO?

Hoy por hoy es re-católico todo aquel que va a misa todos los domingos, aunque se haya ido al playa, aunque signifique quitarle algunas horas al paseo... Ahora que si vas a misa entre semana, tal vez te cambien el re-católica por un casi-monja.

Es re-católico alguien que reza el rosario de vez en cuando, no digamos si lo reza todos los días, y si rezas el Angelus... uff! eres más que re-católico...

Si se te ocurre hacer un ratito de oración o hacer alguna mortificación, entonces ya no eres sino un chiflado al que se le va la mano con los rollos religiosos.

¿Por qué nos da vergüenza hablar de Dios? ¿Por qué creemos en los horóscopos y en tanta basura que circula por internet, pero actuamos como si Dios no existiera? ¿Por qué no nos interesamos en leer los Evangelios pero dedicamos horas en leer libros de "superación personal"? ¿Por qué solo somos católicos para cumplir con el requisito social?


La pregunta es: ¿somos católicos, o hacemos cosas de católicos?

A mi me da como escalofríos cuando me acuerdo de las palabras de Jesús: "A todo aquel que me reconozca delante de los hombres yo lo reconoceré delante de mi Padre, y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 10:32-33).


Aquí no hay medias tintas, o somos, o no somos, no es posible "ser, pero no tanto", o " ser re-católica". Ojalá que no nos agarre de sorpresa la pregunta: "¿Le dijiste a todos que eres mi amigo?"

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