ALL HOLLOWS EVE (HALLOWEEN??)

Recuerdo con muchísima nostalgia aquellos años de mi niñez en los que salíamos libremente a las calles cercanas a mi casa a pedir dulces. Era un día de fiesta, las mamás hacían una pequeña fiesta en alguna de las casas, cocinaban buñuelos, galletas, tal vez ponche. Era un día en el que los niños podíamos disfrazarnos, estar despiertos hasta tarde jugando, y ya más mayores tal vez contábamos alguna historia de miedo. La fiesta marcaba definitivamente la temporada de vacaciones de fin de año, y el frío característico de ese día nos recordaba que en pocas semanas llegaba diciembre.

Ahora que soy mamá la verdad no lo celebro con tanto empeño, no porque me parezca que es malo, sino porque cada vez hay menos gente cerca de mi casa que lo celebra, y las calles ya no son para nada seguras. Tengo amigas muy entuciastas y dedicadas, que decoran su casa para la ocasión, y nos invitan a unas fiestas alegrísimas, en las que no faltan los caramelos color naranja, ponche servido en vasos de calabaza, galletas en un plato en forma de tela de araña, y varias extravagancias más....

Ahora bien, ¿es cristiano celebrar Halloween? Ultimamente ha habido muchísima propaganda en contra de esta fiesta. Algunos dicen que es diabólica, que es el día favorito de satanás... hay quienes han incluso sacado publicidad que dice "YO AMO A JESÚS, NO AL HALLOWEEN". Entonces, ¿que hacer?

La realidad es que la fiesta se remonta unos 2,500 años atrás, en Irlanda. La cultura celta creía que el 1 de noviembre (primer día de su calendario) era el día que las almas de los muertos podían tomar los cuerpos de los vivos, entonces, a la víspera decoraban sus casas con huesos y basura para espantar a los espíritus. Además vaciaban nabos y les ponían velas en el interior para guiar a los caminantes, luego los nabos se cambiaron por calabazas pues protegían las velas mejor del viento.

Con la llegada de la Iglesia Católica a Irlanda, decidieron darle un enfoque cristiano a la fecha, y declararon el 1 de noviembre el día de Todos los Santos, y por ser una fiesta tan grande se celebraba desde la víspera, de allí su nombre original: "All Hollows Eve", que luego fue degenerando hasta pronunciarse "Halloween". Fue la mezcla de la cultura celta con la celebración cristiana lo que dio origen a la fiesta tal como se conoce hoy.

Claro que con los años, ha habido grupos paganos o satánicos que han aprovechado la fecha para hacer cultos oscuros, y también desde la edad media ha habido quien se disfraza aprovechando el espíritu de ese día para disfrazarse y cometer fechorías.

Pero volviendo a la pregunta de si se celebra o no se celebra..... Según Paolo Gulisano, autor de numerosos ensayos sobre literatura de fantasía y sobre la cultura anglosajona, Junto a la investigadora irlandesa, residente en Estados Unidos, Brid O'Neill, que han publicado en estos días en italiano un libro titulado «La noche de las calabazas» («La notte delle zucche», editorial Ancora), "se puede y se debe hacer fiesta. El 1 de noviembre, que fue el Año Nuevo celta y luego Todos los Santos, es una festividad extraordinaria para los cristianos, y no vale la pena dejarla en manos de charlatanes y ocultistas. No hay que tener miedo del Halloween «malo», y por esto hay que conocerlo bien. Halloween, de todas formas, no se puede ignorar, forma parte ya del escenario de nuestros tiempos. ¿Qué hacer por tanto?

Educadores y familias deberían movilizarse contra la falta de educación, de buen gusto, contra la profanación del misterio de la muerte y de la vida tras la muerte, pero no es fácil ir contra corriente, desafiar las modas imperantes.

Entonces se puede hacer fiesta en Halloween, recordando lo que este día ha significado durante siglos y lo que sigue testimoniando. Hay que salvar Halloween, dándole todo su antiguo significado, liberando esta fiesta de la dimensión puramente consumista y comercial y sobre todo extirpando la pátina de ocultismo sombrío del que ha sido revestida.

Por tanto, aconsejaría organizar la fiesta y explicar claramente que se está festejando a los muertos y los santos, en modo positivo e incluso simpático para que los niños sean educados en una visión de la muerte como un acontecimiento humano, natural, del que no hay que tener miedo."

La entrevista completa AQUÍ.