viernes, 24 de octubre de 2008

SI NO SIRVES, NO NACES


Recientemente en España una familia ha concebido por medio de la fertilización "in-vitro", con el único fin de producir un donante de médula compatible con su primer hijo, que sufre de una enfermedad que solamente se curaría por medio de un transplante.

Personalmente no tengo nada en contra de que un hermano le salve la vida a su hermano. Me parece incluso heroico.

Ahora bien, los padres de este niño enfermo, han permitido que se mataran a al menos unos 50 hijos suyos, hasta conseguir al embrión con las cualidades perfectas.

Es injusto para todos: para los, al menos 50 que "no dieron la talla", y también para el que logró su derecho a nacer por haber resultado ser el más ÚTIL.

No me cabe duda de que con el tiempo sus padres lo van a querer, pero la razón por la que está vivo no es otra que la necesidad de salvar a su hermano.

Parece un gran adelanto de la ciencia, pero no creo que nadie en sus cabales permitiría que se matara a 50 personas con dimensiones más "visibles" (niños o adultos) para conseguir un donador de médula.

Dar la vida por otro, es como decía antes heroico. El tema es que el que da la vida tiene que estar de acuerdo, y hacerlo conscientemente. Me parece que para esto, los señores le habrían tenido que dar oportunidad a los 50 embriones de nacer y preguntarles luego si están de acuerdo.

No me mal interpreten, no tengo nada en contra de hacer todo lo posible por salvar a un niño enfermo. Pero no a costa de la vida y dignidad de otros 51 seres humanos, al menos.

Hay un excelente artículo, sobre este tema AQUÍ.

1 comentario:

Luis y Mª Jesús dijo...

Hace unos años asistí a una conversación en que hablabamos de nacimientos, familias...y una madre comentó delante de su hijo: "pues tú eres hijo de Ogino, menudo disgusto me llevé". El chico era un joven de veintipocos años, muy sensible y muy bueno; nunca olvidaré su cara. Es muy próximo a la familia, ya con cuarenta y muchos, y muchas veces le oigo hablar de su madre; es respetuoso, buen hijo, pero siempre se aprecia en él ese saberse no deseado.
En familia se ama a cada uno por lo que es, igual si es un genio o un desastre.
Con stephanie nos encontramos en Fátima. Seguro que quien tu crees.
Un beso
Mria Jesús