No recuerdo desde cuándo me inmagino la vida de cada uno como un lienzo en el que Dios va bordando con cruceta (punto de cruz). El nos deja ver el "revez". El lado bueno, solamente lo ve "EL".
Muchas veces, nos sentimos frustrados ante un nudo o un hilo suelto, o absolutamente confundidos cuando vemos los hilos pasar de un lado a otro, sin entender por qué, cuando el camino lógico parecía otro. Notamos que cambia el color, vemos grandes espacios vacíos......
Dios tiene planeado hacer de cada uno un lindo bordado, y depende de nosotros, dejarnos hacer el nudo.... parece un problemón, tan difícil de solucionar, pero resulta ser el ancla que hace que no sigamos "de largo". Vemos que el hilo va en una dirección, y, ¡zaz! nos pasan para el otro lado, o nos cambian el color.
El bordado pretende ser una obra de arte, si uno se deja. Ya llegará el día, en que nos dejen ver el frente completo, y podremos apreciar mucho más plenamente nuestro bordado. Y entenderemos, que aquella dificultad, el problema que parecía el fin del mundo, la enfermedad de un ser querido, el terrible cambio repentino de planes, etc. eran parte del plan de Dios para bordar nuestro lienzo.
Las dificultades nos afianzan, los sufrimientos le dan más color a nuestro bordado.... no son un castigo ni una prueba, sino Dios, que nos ama con locura y no quiere un bordado soso, sino un fino gobelino.
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